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El BCE, a la desesperada
hace 7 años - lunes, 14 de marzo de 2016
¿Qué nos parecen las medidas adoptadas por el Banco Central Europeo? ¿Conseguirán reactivar la economía europea?
El pasado 10 de marzo el Banco Central Europeo (BCE), en boca de su presidente Mario Dragui, anunció un nuevo paquete de medidas monetarias que superó las, ya de por sí elevadas, expectativas generadas. Varios son los frentes que trata de abarcar de forma simultánea el BCE. Por un lado, reduce el tipo oficial del dinero, desde el 0,05% hasta un simbólico 0%. Además, no sólo amplía las compras mensuales de deuda desde 60.000 a 80.000 millones de euros, sino que también incorpora la deuda privada de mayor calidad crediticia. Y para intentar que los bancos reabran el grifo del crédito a la economía real, a las entidades que tengan su dinero “parado” en la caja fuerte del BCE en Fráncfort endurece lo que les cobra por guardárselo desde el 0,3% hasta el 0,4%. En cambio, a aquellos bancos dispuestos a “moverlo” no sólo se lo cede sin cobrarles nada para que lo presten sino que además les paga un 0,4%.
El BCE pone toda la carne en el asador en una actuación “a la desesperada” con la que trata de reducir el coste del crédito para relanzar las inversiones, el consumo y, en definitiva, la actividad económica en la zona euro. Medidas similares consiguieron sacar a los hogares y las empresas estadounidenses de la apatía, aunque en Japón no están teniendo un éxito similar. Por ello, no son pocos – entre los que nos encontramos - los que se preguntan si esta vez será la definitiva o no será más que un nuevo paso hacia el precipicio. Y es que si bien parecen medidas en la dirección correcta, el BCE no tiene ya mucha más munición de la que echar mano para seguir disparando en caso de que las cosas se pongan aún más feas. Además, no hay que pasar por alto que en su afán de perseverar en esta flexibilización monetaria, el BCE hace su política cada vez más y más peligrosa e imposible de revertir sin provocar una crisis financiera.
Los bancos, de los que en general hace muchos años que le recomendamos mantenerse alejado, siguen en el punto de mira, ya que les esperan tiempos muy difíciles en el contexto actual. Al igual que al ahorrador más conservador, con los depósitos y los títulos de deuda pública bajo mínimos…y bajando. Eso sí, en los países en los que se han implementado medidas similares las Bolsas, ante la escasa retribución de las alternativas sin riesgo, se han visto espoleadas.
No creemos que sea el momento de lanzarse a tumba abierta a por las acciones. Mientras la economía siga débil, una política monetaria expansiva acentúa la volatilidad en los mercados (vea el artículo ¿Invertir con volatilidad?), tal y como hemos visto en los últimos días. A fecha de hoy no hay mejor receta que diversificar correctamente sus inversiones - como hacen nuestras carteras globales - y no dejarse llevar por las emociones. Por el bien de su dinero, piense a largo plazo.
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