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Fallos del sistema
hace 7 años - viernes, 17 de julio de 2015
No todo lo que aparece en internet es fiable. A veces hasta los más expertos se ven atrapados por "bulos" en la red.
La Bolsa, ese vasto mercado inmaterial donde compradores y vendedores negocian valores mobiliarios en función de informaciones que circulan por los terminales informáticos a la velocidad de las redes de telecomunicaciones más perfeccionadas… Cómo no extasiarse entonces ante un sistema tan perfecto, en el seno del capitalismo globalizado moderno. Sin embargo, este bello mecanismo no está exento de fallos. Y la actualidad más reciente nos muestra dos ejemplos de ello.
El pasado 8 de julio, la Bolsa de Nueva York (NYSE) se vio obligada a suspender inesperadamente toda su actividad durante más de tres horas y media. Se trataba de la séptima interrupción desde 1817 en Wall Street y la más larga. Las autoridades echaron mano del siempre socorrido “fallo informático”. Hay que resaltar que problemas similares, presentados como independientes, afectaron en el mismo momento al diario económico The Wall Street Journal y a la compañía aérea United Airlines. Difícil no caer en un cierto desasosiego.
Unos días más tarde, el 14 de julio, en un registro completamente diferente, dos emblemas de la información instantánea, como el famoso sitio de micromensajes Twitter y la agencia de prensa Bloomberg, fueron víctimas de una manipulación a gran escala. En efecto, una falsa noticia de Bloomberg se hacía eco de una oferta de compra sobre el grupo Twitter que disparaba la cotización en un 8%, aunque el efecto se disipó rápidamente. La causa, esta vez sin dudas, hay que buscarla en los algoritmos informáticos de los mercados que fueron incapaces de discernir lo verdadero de lo falso, una vez que la información circulaba por… ¡Twitter! Unas semanas antes, otras dos “bromas” del mismo género habían afectado a las compañías Avon y Tesla, provocando en ambos casos breves reacciones en Bolsa.
Aunque hayan afectado a la Meca del capitalismo mundial, la Bolsa americana, en nuestra opinión estos episodios no tienen que sacudir significativamente la confianza de los inversores en el sistema. Y es que la fragilidad de estos fallos nos muestra a menudo también la solución. Así, en la avería del NYSE, las acciones continuaron negociándose en otros mercados de EE.UU. Y en lo que a la acción de Twitter se refiere, una vez destapada la liebre de la falsa noticia, el desmentido se propagó por las redes sociales como la pólvora. Algunos brokers de los más aguerridos están entre las víctimas de todo este embrollo. Sea como fuere, toda creación humana, aunque se trate de un mercado bursátil informatizado, tiene sus debilidades. Por lo tanto, no nos queda otra que estar vigilantes. Recomendarle asimismo que contraste la información y no se deje llevar por lo primero que surja en internet o las redes sociales.
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