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IRPF, vuelve la cita con el Fisco
hace 9 años - miércoles, 15 de mayo de 2013Mayo es el mes de las madres, de las flores… y de la cita con Hacienda. Como todos los años por estas fechas, el fisco llama a nuestra puerta pidiéndonos una declaración. No se trata sin embargo de una declaración de amor, es algo más crematístico y vulgar, quiere conocer los ingresos y ganancias de todo el mundo, y como guinda para algunos, también su patrimonio.
No negaremos que la actuación de nuestros gobernantes no anima excesivamente a cumplir con estas obligaciones. Las repetidas amnistías fiscales parecen más bien llamamientos constantes al fraude; nosotros no vamos a utilizarlo de excusa para animarle a ello. Tampoco utilizaremos como argumento que parte de la propia Administración local se haya declarado insumisa fiscal. Ni siquiera que el flamante plan de control tributario y aduanero de 2012 (de 1 de marzo), en el que se instaba a estrechar la vigilancia sobre aquellas prácticas defraudatorias que generaban especial alarma social, pusiera finalmente su estrecho foco, no en el fin de los paraísos fiscales, ni en economía sumergida a gran escala, sino nada menos que en la inspección de las casetas feriales.
Sí, lo sabemos, en el ámbito fiscal hay muchos aspectos a mejorar. Entre ellos una estabilidad de las normas fiscales que permita una planificación del patrimonio personal en el largo plazo. O la posibilidad de resolver conflictos con la Administración por vías distintas a la del proceso contencioso administrativo, por ejemplo, a través del arbitraje.
Y cómo no, la simplificación de las normas tributarias y del modo de cumplir sus obligaciones por el contribuyente, evitando,por ejemplo, la obligación de recurrir a internet para presentar la declaración de bienes en el extranjero (el formulario 720) … o la del Impuesto de Patrimonio.
Pues bien, a pesar de todo ello, nosotros le animamos a cumplir con sus obligaciones fiscales como ciudadano cabal y decente. Eso sí, sin pagar ni un euro de más de lo estrictamente necesario, utilizando entre las distintas opciones fiscales, allá donde las hay, aquella que sea mejor para sus intereses. Para ello cuenta con nuestra ayuda (sabemos que hay mucha impunidad en grandes defraudadores, y luchamos contra ello. Pero no olvide que aunque a ellos no les atrapen casi nunca, basta que usted haga una pequeña trampa para que le pillen seguro. No merece la pena.