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Preferentes: ¿fin de la historia?
hace 10 años - martes, 2 de abril de 2013
Los afectados tienen que decidir ahora qué hacer con sus acciones
Para muchos inversores, el escándalo de las preferentes comenzó como una película de ciencia ficción que poco a poco se ha ido convirtiendo en un largometraje de terror… y además, de los malos. Ahora, esta historia (que será recordada como una de las más chapuceras del sistema financiero español) se acerca a su desenlace. En los últimos días, el FROB ha dado a conocer cuál será la quita que se les aplicará a quienes tuvieran preferentes de Bankia (que recibirán acciones por un valor del 62% de lo invertido) y de NovaGalicia Banco, Catalunya Banc y Banco Gallego (que obtendrán títulos por el 57%, el 39% y el 50%, respectivamente). Sin embargo, aun quedan unas cuantas secuencias por ver hasta que esta película termine.
Por lo pronto, los afectados tienen que decidir qué hacer con esas acciones. Si usted no nos hizo caso y cuenta con preferentes de alguna de estas entidades, sepa que lo mejor es que se deshaga de esos títulos. Ahora bien, tendrá que asumir nuevas pérdidas (vea nuestro análisis sobre Bankia y otras entidades). Además, los afectados podrán intentar reclamar su dinero a través del arbitraje, un procedimiento que no nos convence en su planteamiento (las administraciones son quienes eligen a los árbitros, las entidades han contratado los servicios de asesores externos que harán una criba para determinar quién puede acudir y quién no…), pero que nos parece la menos mala de todas las soluciones. Y es que más vale un mal acuerdo que un buen pleito: acudir a los tribunales, no solo será caro y, probablemente, un proceso más lento. También será muy complicado (salvo en los casos más sangrantes) que el pequeño ahorrador pueda demostrar que fue engañado por su entidad.
Más allá de todo esto, lo que realmente nos indigna es el papel del contribuyente en toda esta película. Y es que no podemos ignorar que serán los propios ciudadanos quienes tendrán que rascarse el bolsillo para pagar la derrama de una chapuza que ni les va, ni les viene.
También le puede interesar:
• Si tiene preferentes de Bankia…
• Otras recompras de preferentes
• Si tiene acciones de Bankia…
Por lo pronto, los afectados tienen que decidir qué hacer con esas acciones. Si usted no nos hizo caso y cuenta con preferentes de alguna de estas entidades, sepa que lo mejor es que se deshaga de esos títulos. Ahora bien, tendrá que asumir nuevas pérdidas (vea nuestro análisis sobre Bankia y otras entidades). Además, los afectados podrán intentar reclamar su dinero a través del arbitraje, un procedimiento que no nos convence en su planteamiento (las administraciones son quienes eligen a los árbitros, las entidades han contratado los servicios de asesores externos que harán una criba para determinar quién puede acudir y quién no…), pero que nos parece la menos mala de todas las soluciones. Y es que más vale un mal acuerdo que un buen pleito: acudir a los tribunales, no solo será caro y, probablemente, un proceso más lento. También será muy complicado (salvo en los casos más sangrantes) que el pequeño ahorrador pueda demostrar que fue engañado por su entidad.
Más allá de todo esto, lo que realmente nos indigna es el papel del contribuyente en toda esta película. Y es que no podemos ignorar que serán los propios ciudadanos quienes tendrán que rascarse el bolsillo para pagar la derrama de una chapuza que ni les va, ni les viene.
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