Los recortes del Banco Central Europeo
En su reunión del 12 de diciembre el Banco Central Europeo (BCE) llevó a cabo la cuarta bajada de tipos en lo que va de año. Los redujo un 0,25% dejando el tipo de interés de las operaciones de refinanciación en 3,15% y el de interés en la facilidad de depósito en el 3%. Las autoridades monetarias intentan así mantener a flote una economía europea en desaceleración, que además debe prepararse para las turbulencias que, inevitablemente, provocará el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca el próximo 20 de enero y la mayor competitividad de Estados Unidos y Asia.
• El BCE sigue presionado para proseguir con esta senda bajista, lo que es sinónimo de un crédito más barato, que aportaría algo de alivio a nuestras economías estancadas. Por ello, se prevén nuevas reducciones de los tipos directores en 2025 y los inversores, incluso, esperan que la tasa de referencia baje a un nivel inferior al 2% al final de este ciclo bajista. Sin embargo, no hay que esperar milagros. Christine Lagarde, la presidenta del organismo, ha declarado que el BCE hará su parte del trabajo, pero que luego corresponde a otros hacer la suya. Si bien no cabe duda de que el BCE hará todo lo que pueda, no le corresponde abordar los graves problemas estructurales que afectan a la economía europea. No podrá ni relanzar la productividad europea, ni avanzar hacia un verdadero mercado único europeo de productos y servicios financieros, y ciertamente no podrá remediar los errores estratégicos graves cometidos en los últimos años, que hacen que Europa esté rezagada, tanto en términos de riqueza generada, como de innovación y tecnología.
• Si bien es cierto que un crédito más barato será capaz de dar un pequeño empujón a nuestras economías, las perspectivas de la zona euro siguen siendo mejorables. Solo invertimos en ella mediante acciones individuales.
Suiza reduce sus tipos en un 0,5%
El Banco Nacional de Suiza (BNS) ha reducido sus tipos directores en un 0,5%, estableciendo el principal en tan solo un 0,5%. A pesar de que los rendimientos ofrecidos en la deuda pública suiza son mucho más bajos que en los países de la zona euro, los inversores siguen favoreciendo las inversiones en francos suizos, que con razón perciben como un valor refugio. Actualmente, en torno a 1,07 EUR, el franco está cerca de los máximos de finales de 2023 y está sobrevalorado, según nuestras estimaciones, lo que afecta a la competitividad del país. El objetivo de las autoridades es claro: hacer aún más escasos los rendimientos ofrecidos por las inversiones en deuda suiza, para que resulten menos atractivos y así debilitar una fuerte demanda por parte de los inversores, que encarece excesivamente el franco a su parecer.
• Tras cuatro reducciones de tipos en 2024, el BNS podría volver a recortarlos en el futuro, especialmente porque la inflación, del 0,7%, sigue estando contenida. El regreso a los tipos al 0% está cercano, y no se puede descartar un retorno a tasas negativas. El BNS tampoco descarta intervenir directamente en el mercado de divisas, como lo ha hecho en el pasado. Dada la incertidumbre sobre la evolución del franco suizo y los bajos rendimientos, no compre bonos en francos suizos. Por nuestra parte, preferimos las acciones suizas, dedicando un peso del 5%.
Quinto recorte de tipos en Canadá desde mayo
El Banco de Canadá también continúa relajando su política monetaria a un ritmo acelerado, con una nueva reducción de los tipos de un 0,5%. Se trata de la quinta reducción desde el mes de mayo, lo que ha permitido que la principal tasa directriz pase del 5% en primavera al 3,25% en la actualidad.
Las autoridades monetarias canadienses están preocupadas por la desaceleración de la economía, especialmente debido a un bajo nivel de inversión. También temen el impacto de una posible imposición de aranceles por parte de Donald Trump a los productos canadienses. Aprovechan así el regreso de la inflación a niveles dentro del objetivo (2,0% en octubre e incluso 1,7% para el índice subyacente, que excluye alimentos frescos, energía y créditos hipotecarios) para hacer menos restrictiva su política monetaria.
• Los signos de recuperación ya son visibles en distintos ámbitos. Es el caso del gasto de los hogares y del mercado inmobiliario, beneficiándose ambos de la reducción del coste del crédito. Sin embargo, el Banco de Canadá espera un crecimiento relativamente decepcionante en 2025 y está decidido a hacer todo lo posible para estimularlo. Con los numerosos puntos fuertes de los que dispone el país, podría lograrlo. Así, seguimos invirtiendo en
acciones canadienses dentro de nuestras carteras
equilibrada y
dinámica.
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