Tras el calentón de los mercados bursátiles chinos de finales de septiembre, llegado tras el anuncio de medidas de choque para
desatascar la situación en su mercado inmobiliario y bursátil (lea
OCU Inversiones nº 1.100), la falta de concreción de estas medidas en días posteriores enfrió un poco los ánimos haciendo recolectar parte de los beneficios a los inversores más impacientes. Sin embargo, los últimos datos publicados en lo que respecta al crecimiento chino, con un crecimiento del 4,6% en el tercer trimestre, nos hace reafirmarnos en esta apuesta. Un crecimiento que apunta maneras. Y es que, en septiembre, repuntó tanto la
producción industrial (+5,4% frente al 4,5% de agosto) como las
ventas al detalle (+3,2% frente al 2,1%). Así pues, mucho nos sorprendería que las cifras del cuarto trimestre no apunten a un crecimiento mayor, sobre todo teniendo en cuenta la
tendencia a la baja del desempleo (5,1% en septiembre frente al 5,3% en agosto).
• Creemos que la bolsa china está barata y ciertos sectores, como el tecnológico, muy baratos en comparación con los precios que se pagan por sus homólogos occidentales. Eso sí, la apuesta sobre las acciones chinas no está en absoluto exenta de riesgo. Creemos que China está haciendo lo necesario para resolver los problemas y la apuesta por las acciones chinas gana atractivo de cara al largo plazo.