Obigaciones italianas a tiro
Como se esperaba, el BCE dejó los tipos de interés sin cambios. Sin embargo, tranquilizó a los mercados. Por un lado, porque revisó a la baja su previsión de inflación para 2024, del 2,7% al 2,3%. Por otro lado, porque el discurso del BCE sugiere una posible primera reducción de tipos en junio. Una reducción del coste del crédito que ayudaría a la economía a recuperarse tras trimestres de estancamiento y podría espolear a las bolsas a su recuperación. Aunque es pronto, a nuestros ojos, para apostar por las bolsas de la zona euro.
• Los Estados europeos, fuertemente endeudados, también esperan una mejora en sus condiciones de financiación, lo que podría aliviar las cuentas públicas. Sin embargo, hay que tener cuidado, ya que, si bien los tipos oficiales afectan directamente a los de corto plazo, los de largo plazo solo bajarán considerablemente si los inversores tienen confianza en una buena gobernanza financiera. Algo que está lejos de ser seguro. Por ejemplo, Francia ha anunciado un déficit presupuestario para 2023 muy por encima del 4,9% del PIB esperado, manteniendo un objetivo del 4,4% para 2024 y un regreso al 3% para 2027.
• Eso sí, tarde o temprano los tipos a largo debieran bajar en la zona euro, como está ocurriendo en Italia, donde los tipos a largo (a 7 años) han bajado en el último mes desde el 3,6% al 3,3%. Para apostar por nuevas bajadas hágalo con un ETF que invierta en dichas obligaciones como el
iShares Italy Govt Bond (IE00B7LW6Y90), cotizado en el Xetra, cuya duración es de 6,5 años. Está disponible en Banco BiG.
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