Turquía sigue en zona de turbulencias

La lira turca se hunde en los mercados de divisas
Fragilidad financiera
La inflación, que cayó hasta al 38,2% en junio pasado desde ese máximo del 85,5% alcanzado en octubre de 2022, ha vuelto a subir bruscamente en los últimos meses situándose en el 64,9% en enero. Parece que el endurecimiento de la política monetaria por parte del Banco Central turco, con fortísimas subidas de los tipos oficiales -actualmente en el 45% frente al 8,5% de junio pasado- no ha sido suficiente para contener la subida de los precios. Y es que el consumo de los hogares, lejos de frenarse, se está viendo alentado por ciertas medidas de tipo político promovidas por el presidente Erdogan. Este, con el fin de no perder el apoyo de sus electores, casi ha cuadruplicado el salario mínimo en los dos últimos años y tiene previsto aumentarlo otro 50% antes del próximo 31 de diciembre. Además, el precio de las importaciones se dispara debido al desplome de la lira turca en el mercado de divisas, y no parece haber quien lo pare (consulte nuestro conversor de divisas). Tras la sorpresiva dimisión del gobernador del Banco Central turco el pasado 2 de febrero, apenas ocho meses después de asumir el cargo, la lira turca ha caído a un nuevo mínimo en el mercado de divisas, a más de 33 liras por euro, frente a las 20 de hace un año y las menos de 10 de principios de 2021.
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