PIB e inflación se mantienen
El pasado invierno la eurozona no pudo evitar una leve recesión técnica, aunque finalmente no se llegó a esa brusca paralización económica tan temida por algunos. Y al otro lado del Atlántico, la economía estadounidense salvó los escollos y siguió creciendo. Pero ¿qué podemos esperar ahora de cara a la segunda mitad del año?
Si el crecimiento no se ha estancado o caído se debe sobre todo a la buena evolución del empleo que ha respaldado el consumo de los hogares. En los EE. UU. la tasa de paro ha caído hasta su nivel más bajo desde los años 60, y en la zona euro se sitúa en su mínimo desde la llegada de la moneda única.
• En cuanto a la inflación, aunque ha caído, no lo ha hecho todo lo que los bancos centrales desean. Cierto es que en apenas unos meses la inflación ha caído del 9,1% al 4% en los EE. UU. y del 10,6% al 5,5% en la zona euro. Pero aún hay camino que recorrer para alcanzar ese objetivo del 2%. Por ello la FED (la Reserva Federal estadounidense) ya ha dejado claro que seguirá aumentando los tipos oficiales, pudiendo incluso hacerlo en dos ocasiones más. Por su parte, el BCE (Banco Central Europeo) prácticamente ya ha anunciado una nueva subida en julio y posiblemente otra después de septiembre.
El peligro de pasarse de la raya
Actualmente los bancos centrales se enfrentan a un gran reto: seguir subiendo los tipos oficiales pero sin pasarse de la raya para poder controlar la inflación sin que la economía en su conjunto se resienta. El pico en los tipos de interés dependerá de la evolución de la inflación, que, alimentada ayer por el precio de la energía, corre el riesgo de ser avivada mañana por el aumento de los salarios. O por un invierno que sea menos benigno que el de 2022.
• Con el pleno empleo, los trabajadores están en una posición de fuerza para exigir aumentos salariales. Si las empresas trasladan estos aumentos a sus precios, podría desencadenarse una espiral de precios y salarios. Esto obligaría a los bancos centrales a aumentar aún más el coste del dinero y, con ello, el riesgo de recesión. Posibilidad que pretenden evitar a toda costa.
• Si hasta ahora la actividad económica parece resistir podría ser porque la transmisión de los aumentos de tipos a la economía real está siendo lenta. Los agentes económicos, especialmente los hogares, se han beneficiado de tipos muy bajos en los últimos años, endeudándose más a tipo fijo que a tipo variable.
En la cuerda floja
Tras realizar un ajuste monetario sin precedentes desde la década de los 80, los bancos centrales actúan con cautela. Cada nueva subida de tipos podría ser la que acabe pasándose de la raya y provoque que la deuda se vuelva demasiado pesada para los hogares y las empresas. O que acabe asustando a los inversores y desencadene una crisis financiera. Por nuestra parte, descartando una crisis, esperamos una economía que crezca lentamente en el segundo semestre.
Nuestros consejos
La ralentización puede ser más visible en la zona euro, donde la economía ya está debilitada y la inflación sigue elevada. Por ello preferimos alejarnos de las acciones de la zona euro en el marco de nuestras estrategias de inversión , lo que no impide que algunas individualmente consideradas sí merezcan ser mantenidas. Puede consultarlas en nuestro comparador de acciones.
• Por otro lado, con los tipos a corto en España en torno al 3,7% anual y los de largo rondando el 3,6%, la inversión en renta fija a corto (p.ej. en letras del Tesoro) sigue siendo un puerto seguro para esquivar los altibajos bursátiles que puedan venir o alzas de tipos en las de largo que no descartamos. En este sentido, a aquellos a los que no les guste mucho el riesgo pero tampoco quieren que sus ahorros cojan polvo sin sacar provecho de ellos, la estrategia defensiva que proponemos puede venirles como anillo al dedo.
• La economía estadounidense también corre el riesgo de sufrir un tropiezo en el segundo semestre, pero sus bases son más sólidas. Además, el dólar es un refugio seguro. La renta fija y las acciones estadounidenses son indispensables en una cartera bien diversificada. Consulte la estrategia de inversión que mejor se ajuste a su perfil
• También inversiones refugio como el oro y la plata pueden tener su acomodo, con un peso que no supere el 5 o 10%