Guía para invertir en ETF (1): qué son, ventajas y riesgos

Los ETF son una herramienta muy útil para construirse una cartera amplia-mente diversificada de acciones y obli-gaciones.
¿Qué es un ETF?
Adivina, adivinanza: ¿cuál es el producto financiero más popular, con menores comisiones de gestión, a la venta en todas las formas y tamaños, y del que nunca le hablan en su banco? Ese producto es un “tracker” (del inglés "to track", seguir), más conocido como ETF (Exchange Traded Fund). Un ETF es un fondo cotizado en Bolsa cuyo objetivo es simple: seguir lo más fielmente posible la evolución de un índice. No pretende superarlo, solo replicarlo. Se trata de una gestión pasiva, lo opuesto a la gestión activa que sí trata de batirlo. En la práctica, el índice a seguir más de cerca suele ser un índice bursátil o de obligaciones muy conocido, que la mayoría de las veces se incluye en el nombre. Es el caso del iShares Core S&P 500 (acciones estadounidenses), del HSBC FTSE 100 (acciones británicas) o, más cerca, del Amundi Ibex 35 (acciones españolas). Sus carteras incluyen todas las acciones del índice al que siguen, según la ponderación de cada una de ellas.
Una popularidad al alza
A escala global, los ETF atraen más dinero que nunca. En 2024 la industria global de ETF registró entradas netas por valor de 1,88 billones de dólares, superando ampliamente los 974 mil millones de 2023 y estableciendo un récord histórico que podría volver a pulverizarse en 2025. Parece evidente que cada vez más inversores optan por este instrumento, que va ganando protagonismo frente a los fondos tradicionales.
· En nuestro país es cierto que vamos con cierto retraso: se estima que el volumen total gestionado vía ETF es de unos 20 mil millones de euros, que apenas representa un 5% sobre el total de fondos de inversión. Muy lejos del 30% que representan los ETF en EE.UU. o incluso del 15% en Europa. Puede que su desventaja fiscal frente a los fondos tradicionales y, sobre todo, el escaso interés de los bancos para comercializarlos sean los principales frenos. Pero el proceso es imparable y el mercado de ETF en España, ya en plena fase de expansión, tiene aún mucho recorrido. La aparición de neobancos y el interés de los jóvenes servirá también de catalizador
· Nosotros somos testigos en primera persona de este proceso y, prueba de ello, es el trato que damos a los ETF. Es cierto que los fondos tradicionales siguen siendo mayoría entre los fondos de nuestra web (hay 8 fondos tradicionales por cada 2 ETF), pero los ETF no paran de crecer. Si hace unos años tenían un peso muy residual, ahora ya son más de 350 los ETF que seguimos y en algunas de las categorías están entre las mejores opciones para abordarlas (consulte nuestro comparador de fondos y ETF).
¿Por qué invertir en ETF?
Los ETF son una herramienta muy útil para construirse una cartera ampliamente diversificada de acciones y obligaciones… (consulte nuestras estrategias de inversión) al igual que los fondos tradicionales. Entonces, ¿por qué son tan interesantes a los ETF?
Dos son las grandes bazas que juegan a su favor. La primera y más importante, sus bajas comisiones. Hemos calculado las comisiones medias que se pagan en España por invertir en ETF y fondos tradicionales en las categorías más representativas. Como puede ver en la ilustración, la diferencia a favor de los ETF es enorme: en la categoría de acciones globales p.ej., los ETF cobran una comisión de gestión media del 0,25% anual, frente al 1,67% de los fondos tradicionales. Es decir, un 1,42% menos. De ahí que se diga que los ETF están democratizando la industria de fondos, al permitir al pequeño inversor pagar tanto (o tan poco) como los grandes inversores profesionales.
· La segunda hay que buscarla en el (poco) valor añadido que de media aportan los fondos tradicionales. Esta (amplia) diferencia de comisiones no sería tan grave si los fondos tradicionales la compensaran con mayores rentabilidades. Pero la mayoría no logran batir a su índice de referencia. Este fracaso se debe a las elevadas comisiones que cobran, sus malas decisiones de inversión y la multiplicación de operaciones, que aumentan los costes. Por supuesto, hay excepciones (vea a continuación), y algunas categorías se prestan más a la gestión activa que otras, pero en general la mayoría de los fondos gestionados activamente no ofrecen buena relación calidad–precio. Es posible que buena parte del éxito de los ETF se deba al fracaso de los fondos tradicionales gestionados de forma activa.
Excepciones: las clases limpias
En general, los fondos tradicionales no destacan por su buena gestión. Pero hay excepciones que sí aúnan buenas decisiones y costes bajos que aportan valor añadido frente a la inversión en ETF. Muchos de estos fondos son los que denominamos clases limpias. Es decir, los fondos tradicionales más baratos y que puede encontrar en algunos comercializadores (Silver Alpha, EBN Banco) en condiciones especiales para nuestros socios. Estos tiran a la baja las comisiones mínimas de los fondos tradicionales y, en cuanto a costes, muchos pueden mirarse de tú a tú con los ETF.
¿Cómo invertir en ETF?
Al tratarse de fondos cotizados, los ETF se negocian en Bolsa igual que las acciones. Es allí donde podrá comprar y vender al precio al que coticen en cada momento. Para ello deberá recurrir a los servicios de un intermediario financiero y pagar comisiones por ello. Si desea conocer más detalles sobre estos gastos y saber en qué intermediarios recomendamos comprar y vender ETF, haga clic en el botón siguiente.