Una escalada de infarto
El precio del oro ronda los 2.650 dólares por onza troy, una medida utilizada en joyería que equivale a 31,1035 gramos. Aunque por debajo del máximo histórico de 2.785 dólares alcanzado a finales de octubre, sigue cerca de sus picos recientes y acumula una revalorización del 28,8% en el último año. Un año en el que las compras de oro por parte de los bancos centrales, unido a la incertidumbre geopolítica y el miedo a una posible escalada de conflictos (Gaza, Ucrania…), han tirado al alza de la demanda de oro al cumplir este su función de valor refugio. La revalorización en euros es todavía más jugosa, hasta alcanzar un +35,7% gracias al repunte del dólar respecto a la moneda común.
Sin embargo, apenas ha subido desde nuestro anterior repaso de septiembre de 2024 cuando rondaba los 2.600 USD y lo calificamos como una inversión atractiva. ¿Ha cambiado algo desde entonces?
Trump gana las elecciones
No es que Trump traiga nada en su programa referente al oro o mencionara en su campaña algo relacionado con su precio, pero en los cuatro días posteriores a su elección el 8 de noviembre, el oro cayó más del 4%. Una reacción lógica frente a las expectativas de que las políticas de Trump, como la reducción de impuestos y el aumento de aranceles, podrían elevar la deuda gubernamental del Tío Sam y la inflación en EE.UU., factores que alejaron de un plumazo las expectativas de nuevas bajadas de tipos en el corto plazo, las que precisamente beneficiaban hasta entonces al oro.
Al mismo tiempo, Trump trajo de la mano el fortalecimiento del dólar que subió cerca de un 1,5% en esos cuatro días frente al euro, quitando gasolina a la subida del metal precioso (el dólar también actúa como valor refugio rivalizando con el oro).
China entra en escena
Nosotros en cambio no hemos dejado de ver con buenos ojos al oro. En diciembre se supo que durante el mes de noviembre, el Banco Central de China, tras seis meses de pausa, había reanudado sus compras del metal amarillo. Según los informes oficiales, China aumentó sus reservas en 160.000 onzas troy en un solo mes, a pesar de los precios récord. Esto indica que el gigante asiático está dispuesto a realizar adquisiciones incluso con los precios actuales, algo que antes no era tan evidente. Este nuevo movimiento podría favorecer un ligero fortalecimiento del oro a lo largo de 2025, aunque persistan las incertidumbres relacionadas con la evolución de los tipos de interés en EE.UU.
Lo que influirá en 2025
Como es sabido, las variaciones en los tipos de interés suelen tener un impacto significativo en el precio del oro. Una caída en los tipos beneficia al oro, ya que este metal, al no generar intereses, resulta más competitivo frente a activos de renta fija. Por el contrario, un aumento de los tipos penaliza al precio del oro.
Además, según el World Gold Council, noviembre fue un mes irregular para los productos financieros cotizados en oro. Mientras en EE. UU. continuaron las compras, en otras regiones se observaron tomas de beneficios, lo que sugiere cierta fatiga del mercado a estos niveles de precios.
El motor de la alta demanda
Más allá de estas dinámicas, la demanda de oro sigue siendo un factor clave. Los bancos centrales están aumentando sus reservas. Y los inversores individuales y profesionales continúan incorporando el oro en sus carteras, especialmente a través de trackers que invierten en el metal. Este año, 5.000 millones de dólares han sido destinados a estos productos.
En el ámbito geopolítico, las tensiones en regiones como Gaza y Ucrania refuerzan el rol del oro como valor refugio, al igual que las dudas sobre la sostenibilidad de las deudas soberanas.
Nuestro consejo: ¿mantener?
Si el oro ya forma parte de su cartera, nuestra recomendación es que lo mantenga. Aunque el mercado muestra señales de ralentización, el oro sigue siendo una opción valiosa como puerto seguro frente a incertidumbres económicas y geopolíticas.
Si está considerando nuevas compras en oro, tenga en cuenta que los altos precios actuales dificultan la obtención de ganancias sustanciales a corto plazo. Sin embargo, en una estrategia de diversificación, el oro nos parece una opción interesante. Destine entre el 5% y el 10% de su cartera al oro, por ejemplo a través de un ETF como el Invesco Physical Gold (IE00B579F325; +35,1% en el último año).
· Y si a usted no le tiembla el pulso y busca amplificar los movimientos del oro, mantenga sus fondos de minas como el DWS Invest Gold and Precious Metals Eq TFC (LU1663932132), cuya clase limpia encontrará en EBN, con una revalorización del 36,5% en el último año, o el ETF VanEck Gold Miners (+25,7%).
Valor liquidativo en el momento del análisis:
Inversco Physical Gold: 250,27 EUR
DWS Invest Gold Precious Metals: 219,14 EUR
ETF VanEck Gold Miners: 39,58 EUR
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