Las ventajas de las nominativas
Cuando un inversor compra acciones de una compañía, lo habitual es hacerlo “al portador”. Bajo esta modalidad el inversor mantiene sus títulos en la cuenta de valores de su bróker y no aparece directamente en el registro de la compañía, que no conoce de forma individualizada quienes son sus accionistas.
En Francia, sin embargo, es una práctica muy común que las sociedades ofrezcan a sus accionistas la inscripción en el registro nominativo de la propia compañía. Una alternativa de la que usted puede sacar provecho. ¿Quiere saber por qué y cómo?
Las acciones nominativas figuran directamente a nombre del accionista en el registro de la compañía. Esto, a priori, supone una ventaja para la compañía, al permitirle tanto tener una relación directa y fluida con sus accionistas como fidelizarlos.
· A cambio, compensan a los registrados con una serie de ventajas que son un incentivo más que interesante para los accionistas de mayor recorrido, en forma de eliminación o reducción de costes de custodia y cobro de dividendos, primas de dividendo por fidelidad, acceso más directo a información y derechos políticos y posibles beneficios fiscales por una menor retención.
Las puras, un paso por delante…
Dentro de la modalidad de acciones nominativas hay dos variantes. La que nosotros vemos con mejores ojos, al dar derecho a todas las ventajas, son las acciones nominativas puras (“nominatives pures”), que son las que se compran directamente en Francia en los registros de la empresa.
· A la hora de instrumentar esta modalidad la compañía tiene dos caminos. Hacerlo por su cuenta y prestar directamente el servicio (compra, custodia…) a sus accionistas, como hace Air Liquide. O bien designar a un agente para la llevanza de esas acciones nominativas puras, tarea que suele recaer en BNP Paribas o Société Générale (BNP Paribas para Engie, p.ej.).
… de las administradas
No ha de confundirlas con la otra variante, las denominadas acciones nominativas administradas (“nominatives administrées”), que son otra cosa. Estas se compran a través de cualquier intermediario bursátil (p.ej., el suyo aquí en España) y, si bien se inscriben también a su nombre en el registro del emisor, la custodia sigue recayendo en el intermediario que usted mismo haya elegido.
· En la práctica, suelen mantener las ventajas de fidelidad del emisor (primas por dividendo) pero donde puede haber diferencias en su contra es en las comisiones (compra, custodia) y, sobre todo, en la tramitación fiscal de su identificación como no residente en Francia. Este es un aspecto crucial, pues es el que le abrirá las puertas de una menor retención en origen que le permitirá no dejarse un 15% de los dividendos por el camino. Siga leyendo.
Ventaja fiscal, bajo la lupa
Tanto la tributación de plusvalías como la de dividendos es la misma en IRPF, con independencia de que las acciones sean al portador o registradas. La diferencia práctica está en la retención en origen: de acreditar su no residencia en Francia, la retención francesa será del 12,8% de los dividendos cobrados, mientras que de no hacerlo la retención se elevará al 30%. Este aspecto es crucial, debido a que cuando toque rendir cuentas con el Fisco español tributará por el importe bruto del dividendo, pero usted gracias a la deducción por doble imposición internacional podrá recuperar lo retenido en origen… con el límite del 15%. Es decir, si le han aplicado la retención del 12,8% la recuperará en su totalidad, pero si le han aplicado el 30% en origen solo podrá recuperar la mitad en su declaración del IRPF, dando por perdido el 15% restante.
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¿Cómo acreditar su residencia?
La pregunta clave es, ¿cómo acreditar mi residencia en España para optar a una menor retención en Francia? En teoría, basta con presentar el documento 5000-SD, primero al Fisco español para su validación y luego a la entidad francesa que pague los dividendos. Un trámite que no solo es muy sencillo bajo la modalidad de acciones nominativas puras, sino que incluso llega a ser prescindible en algunos casos. Así sucede si compra p.ej. acciones nominativas puras de Air Liquide o Engie, para lo que bastará con presentar el recibo de una domiciliación que acredite su residencia en España.
· Sin embargo, si tiene acciones francesas al portador o nominativas administradas a través de un bróker español, lo tendrá bastante más difícil. Lamentablemente estas entidades difícilmente le facilitarán el trámite, por lo que a ojos del Fisco francés será residente de ese país y, por tanto, le retendrán por defecto un 30% de los dividendos.
¿Y en las cotizadas españolas?
España tiene desde 2021 un marco legal para premiar al accionista fiel, pero salvo contadísimas excepciones (Oryzon, Grenergy) no lo usan. Es hora de activarlo para alinear nuestro mercado con Europa y reforzar (y premiar) al inversor minorista con vocación de largo plazo.
Algún inconveniente también hay
Invertir con acciones nominativas puras también acarrea algunos inconvenientes, a nuestro juicio, eso sí, más que manejables. En la práctica, conlleva abrir una cuenta de valores por cada una de las acciones que lleve de este modo, multiplicando así trámites. Además, como las cuentas nominativas puras se encuentran en Francia, el Fisco español puede añadirle un papeleo extra.
· Si usted es residente en España deberá declarar los dividendos y plusvalías que obtenga con sus acciones francesas nominativas puras en el IRPF. Ahora bien, si el valor conjunto de sus acciones francesas nominativas puras (junto con el de otras inversiones que tenga fuera de España) supera los 50.000 euros a cierre de año, también tiene la obligación de comunicar al Fisco español su tenencia en el primer trimestre del año a través del formulario 720.
A largo plazo, interesa
Para un inversor que compra y vende sus acciones en pequeñas cuantías o sin un horizonte de permanencia a varios años vista, poco interés encontrará en acciones que no sean al portador. Pero si invierte con vocación de permanencia el registro nominativo puro es su alternativa. Es el procedimiento que debería utilizar con Air Liquide o Engie, sobre las que ponemos el foco.
· Estas dos compañías son de las que más ventajas ofrecen bajo la modalidad del registro nominativo puro. A grandes rasgos, lo que le permitirá es reducir los costes inherentes a su operativa (custodia, p.ej.) y poder optar a un extra del 10% sobre el dividendo recibido respecto al de otros accionistas (siempre que mantenga sus acciones al menos dos años), a lo que habría de sumar también el beneficio fiscal del que ya le hemos hablado. Y es que evitar el exceso de retención en los dividendos implica en la práctica cobrar un 15% en cada dividendo. En suma, un extra importante a su favor con el foco a largo plazo.
El foco en Air Liquide y Engie
Ha confirmado sus previsiones anuales tras un buen primer semestre. La acción sigue presentando argumentos sólidos, en particular gracias al posicionamiento estratégico del grupo en la transición energética, su política de dividendos regular y generosa y su solidez financiera. Nos sigue pareciendo barata con la vista puesta en el largo plazo, aunque el repunte de los últimos meses y un entorno macroeconómico y geopolítico incierto nos lleva a ser prudentes. Conservar.
Cotización en el momento del análisis: 17,95 EUR
La adquisición de DIG Airgas representa una operación estratégica positiva para Air Liquide. Sin embargo, no tiene la importancia de la estadounidense Airgas, que le permitió impulsar su presencia en Estados Unidos. Tras los só-lidos resultados del primer semestre y las perspectivas confirmadas para 2025, seguimos siendo optimistas con respecto a la acción. Comprar.
Cotización en el momento del análisis:175,88 EUR
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