Algunas claves rápidas:
- Los países europeos deben invertir hasta un 5 % del PIB en defensa para 2035.
- El sector cotiza con primas elevadas: PER medio europeo de 28,5.
- Thales, BAE Systems y Lockheed Martin: nuestras apuestas.
- Riesgos: retroceso político, alto el fuego en Ucrania o exceso de valoración.
Un cambio de paradigma para la defensa europea
La cumbre de la OTAN celebrada a finales de junio en La Haya confirmó que los 32 países de la alianza han iniciado el despegue de su inversión en defensa. En la práctica deberán dedicar el 5% de su PIB (3,5% a armamento y 1,5% a infraestructuras, ciberseguridad, etc.) a su presupuesto militar de aquí a 2035. El deseo de Estados Unidos de desentenderse parcialmente de Europa empujan a este rearmarse de forma masiva y rápida para crear un ecosistema de defensa más soberano. Cumplir sus promesas no es tarea fácil para los europeos, dado el estado de las finanzas de muchos países y el carácter voluble de las decisiones políticas. Para aquellos países con sus finanzas bajo presión, aumentar el gasto militar significa aumentar impuestos o reducir otros gastos.
¿Un superciclo de defensa?
Este compromiso presupuestario se traducirá en pedidos para la industria de defensa e idealmente en la europea. A juzgar por los niveles récord de las carteras de pedidos en el sector – en el caso de Thales, los pedidos eran 2,5 veces las ventas en 2024 y se espera que ocurra lo mismo en 2025 –, este proceso ya ha comenzado. Pero, según algunos fabricantes, el crecimiento de los pedidos públicos dista mucho de ser rápido. La reciente introducción de un nuevo instrumento financiero europeo (SAFE) en forma de préstamos a los Estados miembros tiene por objeto financiar estas inversiones y ser una herramienta para la compra y producción conjuntas.
También depende de la industria
La pelota también está en el tejado de las empresas, que deben invertir para aumentar su capacidad de producción y, por tanto, su volumen de negocio, y seguir avanzando con sistemas de defensa complejos. Empresas europeas de defensa como Thales, Dassault, Rheinmetall, Saab y Leonardo ya han empezado a aumentar su capacidad. Por ejemplo, Thales ha aumentado su producción de cohetes en Bélgica y de sistemas de misiles en Irlanda para satisfacer esta demanda. Sin embargo, los fabricantes esperan un mayor compromiso de los gobiernos antes de comprometerse con inversiones a largo plazo.
• La racionalización de la oferta podría pasar por fusiones dentro de este sector, aún muy fragmentado en Europa. Políticamente espinosas, estas fusiones permitirían resistir mejor frente a los competidores americanos que ven en el crecimiento del mercado europeo un nuevo mercado. Así, gigantes americanos de defensa han ampliado su presencia en Europa mediante la cooperación industrial. Por ejemplo, la estadounidense Lockheed Martin, presente en nuestra cartera Experto en acciones, trabaja con la alemana Rheinmetall, con el fin de aumentar la producción de misiles y municiones en Europa, y busca un socio europeo para construir los próximos helicópteros de ataque para Europa.
Elevada valoración bursátil
El sector europeo de defensa tiene una elevada valoración bursátil: cotiza a 28,5 veces los beneficios previstos frente a las 13,5 veces que cotizan de media las bolsas europeas. En nuestra opinión, esta prima está justificada por la existencia de barreras de entrada y el elevado potencial de crecimiento de los beneficios. Algunos grupos, como los alemanes Rheinmetall (PER: 47) y Renk (PER: 40), de los que se espera se aprovechen esta lluvia de contratos cotizan incluso muy por encima.
¿Cómo puede seguir revalorizándose el sector? El cumplimiento de los pedidos prometidos validaría el escenario de un superciclo europeo de defensa: mediante compromisos financieros concretos (licitaciones) de los gobiernos con las empresas de defensa; confirmación de que los grupos europeos están llenando sus carteras de pedidos; un aumento de los ritmos de producción de las empresas; y una mayor agrupación de pedidos por parte de los gobiernos.
• Seguimos recomendando comprar Thales y BAE Systems en Europa. Puede mantener Saab y vende Rheinmetall, si las tiene. En EE. UU. seguimos recomendando comprar Lockheed Martin, cuya cotización lleva varios meses bajo presión por las dudas sobre el potencial del avión F-35 en el mercado americano. Si estas acciones ya ocupan demasiado peso en su cartera, solo manténgalas.
Hay que seguir siendo prudentes
La inversión en defensa no está exenta de riesgos. Las valoraciones de las grandes empresas incorporan parte de estas brillantes expectativas de inversión de los gobiernos. Si estos incumplieran sus compromisos o se mostraran reacios a firmar contratos importantes, el sector sufriría un revés. Un alto el fuego durade-ro en Ucrania, aunque deseable, podría hacer caer las acciones del sector. Los inversores han hecho una pequeña recogida de beneficios tras el repunte de los últimos años. El sector acumula una rentabilidad de más del 29% desde principios de año y del 83% desde que lo recomen-dáramos hace tres años.
¿Es el sector de defensa una apuesta segura? Nuestros consejos
En acciones individuales nuestras favoritas son
Thales (PER: 35),
Lockheed Martins (PER: 20), ambas presentes en nuestra cartera
Experto en acciones con un peso del 6,2% y 2,3%, respectivamente, y
BAE Systems (PER: 29).
- Si usted lo que busca es un fondo para invertir de forma diversificada, vemos con buenos ojos el ETF WisdomTree Europe Defence (IE0002Y8CX98), especializado en el ámbito europeo. Con apenas tres meses de trayectoria (+25,9%) tiene buenas perspectivas a nuestro parecer. Si quiere apostar por el sector a nivel global, puede hacerlo con el VanEck Defense (IE000YYE6WK5) o el Global X Defence Tech (IE000JCW3DZ3), sabiendo que invierten la mitad de su cartera en Estados Unidos.
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