El sector farmacéutico: desafíos y oportunidades

Las amenazas de Trump sobre los precios de los medicamentos y la imposición de aranceles siembran la incertidumbre en el sector farmacéutico.
La incertidumbre de Trump
Tras un buen inicio de año en el que el sector farmacéutico se vio impulsado por el interés de los inversores por aquellas empresas "defensivas" (las que suelen ser más estables en tiempos de incertidumbre), la tendencia se ha dado la vuelta y el sector, ante las amenazas de Trump, ha emprendido la cuesta abajo. Es tiempo de prudencia y de ser muy selectivos a la hora de apostar, siempre en su justa medida, por el sector.
El sector farmacéutico, que siempre se había sentido bastante a salvo de las guerras comerciales ya que los medicamentos son esenciales para todo el mundo, ahora, tras la llegada de Trump a la Casa Blanca, está viéndose sometido a una fuerte presión. En efecto, por un lado, el presidente ha firmado un decreto en el que exige a los laboratorios farmacéuticos que bajen los precios de los medicamentos en EE.UU… ¡al menos un 59%! Y si no lo hacen en el plazo de seis meses, amenaza con obligarles a venderlos al precio más bajo con el que se comercialicen en otros países.
Por otro lado, Trump amenaza también con imponer aranceles aduaneros a los productos farmacéuticos y a los equipos médicos. Con ello pretende que la producción vuelva a realizarse en los EE.UU. Objetivo que no es nada sencillo de lograr. P.ej. hay que tener en cuenta que construir una nueva fábrica de medicamentos no se hace de la noche a la mañana, pudiendo tardar entre cinco y diez años, ya que son muchas las normativas que han de cumplirse. Además, aunque los grandes laboratorios tengan ya fábricas en los EE.UU, ¿de dónde van a sacar las materias primas necesarias para sus medicamentos? Para contentar a Trump, los laboratorios se han apresurado a anunciar inversiones para aumentar su producción en el país del Tío Sam. P.ej, en febrero pasado Eli Lilly anunció su intención de invertir 27.000 millones de dólares para construir cuatro nuevas fábricas. Roche planea invertir 50.000 millones de dólares en Estados Unidos en los próximos cinco años, y Sanofi, al menos 20.000 millones de dólares hasta el año 2030.
Aunque este aumento de las inversiones y la fuerte producción local podrían permitir a las farmacéuticas capear los aranceles, la imposición de una eventual rebaja de los precios de los medicamentos sí que mermaría su rentabilidad. La gran duda es si estas amenazas llegarán a materializarse y si no acabarán en los tribunales. Es complicado prever los efectos reales de las amenazas de Trump. Por el momento, los laboratorios tienen seis meses para negociar.
Vientos en contra de la innovación
El nombramiento de Robert F. Kennedy Jr. como secretario de Salud en Estados Unidos también suscita cierta preocupación en el sector. Kennedy es conocido por ser escéptico con las vacunas y crítico con la FDA, la autoridad sanitaria estadounidense. Sus ideas, se muestra muy escéptico respecto a las vacunas, hacen temer que se pongan en duda las normas científicas ya establecidas. Y el nombramiento de Vinay Prasad, oncólogo que también critica las políticas de vacunas y los procesos de aprobación de la FDA, como director de un centro clave para la evaluación de productos biológicos, aumenta estas preocupaciones. Prasad podría hacer más estrictos los requisitos para aprobar vacunas y terapias biotecnológicas. Estas dos personas en puestos clave podrían complicar el desarrollo de nuevos medicamentos y sus permisos para venderlos en un momento en el que las empresas del sector necesitan lanzar nuevos tratamientos para hacer frente a la pérdida de importantes patentes de medicamentos durante los próximos cinco años.
Nuestras recomendaciones
Este contenido está reservado para los socios de OCU Inversiones, si desea seguir leyendo este análisis y nuestras recomendaciones del sector, haga clic en el botón siguiente