Mediante una ampliación de capital, la farmacéutica catalana emite nuevas acciones de "clase B" o "preferentes". ¿De qué se trata? ¿Interesan?
“He leído en la prensa que Grifols emitirá unas acciones con un dividendo superior al de las acciones en circulación. ¿Creen que son interesantes?”
La operación al detalle
El artículo que usted ha leído en prensa se refiere probablemente al acuerdo adoptado en la última junta de Grifols el pasado 25 de enero según el cual se aprobó una ampliación de capital (de hasta el 41%) de esta farmacéutica catalana que se realizará mediante la emisión de una nueva serie de acciones denominadas “Clase B” (las que actualmente están en circulación se llamarán “Clase A”) y cuya finalidad es servir como parte del pago previsto en el acuerdo de compra de la estadounidense Talecris – acordada en junio de 2010 y aún a la espera del permiso de las autoridades americanas de la competencia –. Una ampliación que en otro caso más, véase el del Sabadell, se lleva a cabo de espaldas a sus actuales accionistas pues no se les otorgará ningún derecho de suscripción preferente, algo que nos parece muy criticable.
Acciones de “Clase B” o “preferentes”
A este tipo de acciones de “Clase B” se las conoce habitualmente como “acciones preferentes” pues sus poseedores cuentan con ciertos privilegios respecto a los poseedores de acciones ordinarias como por ejemplo cobrar un dividendo más elevado que el que corresponde a los segundos. Eso sí, a cambio, los propietarios de estas preferentes ceden parte de sus derechos políticos, perdiendo p.ej. su derecho de voto en la junta general de accionistas, algo que las hace menos susceptibles de recibir una eventual oferta de compra (OPA) por alguien a quien le interese hacerse con el control de la sociedad. En este caso sin embargo Grifols ha introducido un blindaje en este sentido al incorporar una cláusula de “derecho de rescate” por el que cualquier OPA debería, en la práctica, lanzarse también a los accionistas de las “preferentes”.
Consejo
En un principio está previsto que estas acciones “B” o “preferentes” coticen en la bolsa española y en el NASDAQ estadounidense. Sin embargo, no nos parece recomendable que se lance a comprarlas una vez que lo hagan. En efecto, el dividendo de estas “preferentes”, además de no estar garantizado – depende de la obtención de beneficios por parte de la sociedad –, no es muy jugoso pues fija un mínimo de sólo 0,01 euros adicionales por acción, algo que
p.ej. en 2010 podría haber supuesto que el rendimiento por dividendo apenas se incrementara del 2,5% al 2,6%.
Además, ante un eventual concurso de acreedores por parte de la compañía, los poseedores de acciones preferentes sólo se encontrarían por delante del resto de accionistas pero no de los acreedores calificados como preferentes (trabajadores, Hacienda…).
· En definitiva, para un pequeño accionista no creemos que estas acciones “B” vayan a aportarle ventaja significativa alguna con respecto a las acciones ordinarias o “A”, las cuales a sus precios actuales nos parecen caras y merecen nuestro consejo de venta en caso de que las tenga.