Riesgos de los que hay que huir y riesgos que se traducen en beneficios. Ejemplos concretos y consejos.
Acciones con riesgo: ¿evitarlas siempre?
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¿Debemos abstenernos de invertir en aquellas acciones más
arriesgadas? No siempre. Para ayudarle en su elección, para cada acción de
nuestra selección medimos su nivel y su tipo de riesgo, para distinguir lo
posible de lo probable. Se lo explicamos.
A cada acción, su riesgo
Cuando un inversor compra acciones no conoce a ciencia cierta
el resultado de su inversión. Se acepta comúnmente que la inversión en acciones
conlleva un mayor nivel de riesgo que el que presentan p.ej. las obligaciones.
Eso sí, la inversión en acciones ofrece, a cambio de este mayor riesgo, la
posibilidad de obtener una mayor rentabilidad. Correr este riesgo merecerá la
pena siempre que sepamos controlarlo. Para ello, el primer paso es seleccionar
aquellas acciones en las que vamos a invertir ya que no todas las empresas están
expuestas y corren los mismos riesgos. P.ej. una compañía como Nestlé, cuyos
productos se consumen a lo largo y ancho del planeta, tiene unas perspectivas de
desarrollo mucho más sosegadas que las de un banco como Bank of America,
fragilizado por la crisis financiera.
Pues bien, en Dinero Quince, además de
emitir una valoración para cada una de las acciones de nuestra selección,
también analizamos su riesgo específico, elaborando para cada una un
indicador de riesgo que va desde 1 (el riesgo es bajo) a
5 (el riesgo es muy alto). Así, Nestlé obtendría un 2 y Bank of
America un 5.
Evidentemente ciertos acontecimientos
son impredecibles, por lo que no podemos tenerlos en cuenta, a priori, en
nuestras evaluaciones. Valga como ejemplo la catástrofe provocada por la
explosión de la plataforma petrolífera de BP en el Golfo de Méjico. Pese a
ciertos problemas de seguridad de sus instalaciones, nada hacia presagiar tal
desastre.
Riesgo asumible
El hecho de que detectemos que una
empresa presenta ciertas debilidades no significa necesariamente que aconsejemos
vender esa acción. Y es que las “posibilidades” de que este riesgo acontezca no
siempre son tan importantes. P.ej. Bankinter o Ence son candidatas a tener que
reforzar sus fondos propios a través de sendas ampliaciones de capital, que
acabarían diluyendo sus beneficios. Pero esto no significa que inevitablemente
terminen haciéndolo o que, en tal caso, se vieran inmersas en graves problemas
financieros. Eso sí, la posibilidad existe, de ahí que el indicador de riesgo
para cada una sea de 4; riesgo que se ve compensado a nuestro juicio por
las perspectivas de sus beneficios, de ahí que aconsejemos mantener ambas. Otros
factores, sin embargo, como cuando las perspectivas de beneficios son más
dudosas en relación al precio pagado, sí que pueden contribuir a que
desaconsejemos tales acciones. Es el caso p.ej. de Grifols (debido al
empeoramiento de sus finanzas hemos cambiado su indicador de riesgo de 2
a 3) o con Prisa (4).
En otros casos, pese a haber
aumentado el riesgo de la acción, como hemos hecho con
la farmacéutica GlaxoSmithKline (de 3 a 4) debido a los graves
efectos secundarios que podría tener uno de sus medicamentos, al estimar que el
peligro no es lo suficientemente probable seguimos aconsejando su compra.
En el caso de la española CAF, hemos
mantenido un riesgo de 3 aunque seamos conscientes de que sus
trabajadores han estado sometidos al amianto azul en sus instalaciones y
recientemente el Supremo haya confirmado una condena de 427.000 euros como
indemnización a uno de ellos. Y es que el colectivo de afectados alcanzaría a lo
sumo unas decenas de trabajadores y no a miles como puede ocurrir con el uso de
un fármaco.
También puede suceder que la Bolsa penalice en
exceso el riesgo de una acción hasta el punto de ponerla barata. P.ej. el
indicador de riesgo tanto de AXA como de BP es de
4. Sin embargo, el precio al que cotizan actualmente es tan bajo que es
nuestro principal argumento para recomendar su compra. En el caso de BP, la
acción sigue presentando un elevado riesgo, pero la caída de su cotización ha
sido de tal magnitud que éste se ve compensado de sobra.
Riesgo a evitar
Asimismo puede suceder que ciertos factores o
circunstancias (empeoramiento de la coyuntura económica, mayor competencia en el
mercado…) aumenten la probabilidad de que ese riesgo se concretice. En tal caso,
nos mostramos prudentes y adaptamos nuestro consejo para la acción, tal y como
hicimos en su día con constructoras e inmobiliarias justo al comienzo del parón
sectorial.
Conclusión y consejo
Como inversor, antes de seguir un consejo de
compra, venta o mantenimiento, le conviene echar un vistazo al nivel de riesgo
que presenta esa acción. Aquellas cuyo riesgo sea elevado (3 y 4)
podrían depararnos algún disgusto (es el precio a pagar a cambio de hacer “un
buen negocio”). En cuanto a aquellas con un bajo nivel de riesgo (1 ó
2), aunque siempre expuestas a circunstancias impredecibles, normalmente
permiten contemplar el futuro más serenamente.
A usted le corresponde decidir si prefiere
conservar una acción con bajo riesgo (como Zardoya; 1) en vez de comprar
una acción con elevado riesgo (como BP; 4). También puede optar por una
acción barata y poco arriesgada (como National Grid; 2). En cuanto a
aquellas acciones con un elevado indicador de riesgo (5), apenas son seis
en nuestra selección y todas ellas con consejo de
venta.