La cesta de la compra financiera
¿Se imagina que en la “cesta de la compra” de productos financieros se incluyera también una partida de ahorro? En realidad, esa partida de ahorro es la que usted debe procurar que esté siempre presente a cada paso que da en la selección de sus inversiones. Hay una tendencia a pensar que el ahorro equivale a ir guardando cual hormiga una cantidad y que esta debe ir creciendo con el paso del tiempo, privándose de gastos considerados prescindibles de aquí y de allá. Es una manera de ahorrar, claro que sí. Pero en lo que respecta al ahorro debemos ampliar las miras y entender que toda acción, por pequeña que sea, CUENTA a la hora de hacer crecer su patrimonio.
CUENTA el saber elegir productos, que a igual nivel de rentabilidad, a priori o publicitada, tienen comisiones más bajas; CUENTA elegir el intermediario que le ofrezca el servicio deseado con una calidad óptima, pero al precio más barato; CUENTA contratar productos con los que pueda obtener ventajas, como aquellas inversiones, que le ofrecen retrocesiones de gastos; CUENTA revisar sus inversiones al cabo del año para poner en marcha los mecanismos, que le permitan abaratar su próxima factura fiscal… Igual que CUENTA elegir la cesta de la compra en el supermercado más barato, un comportamiento que le supondrá al cabo del año más de 1.200 euros de ahorro, como ha podido comprobar OCU en su último estudio anual de supermercados. Una cantidad que, por cierto, bien podría destinar a la inversión en un fondo de inversión. Y mejor si da con uno que, encajando en su estrategia, tenga clase limpia; es decir, exactamente el mismo fondo, pero con menores costes; clases que suelen estar reservadas a inversores institucionales, pero a las cuales puede tener acceso en favorables condiciones, gracias a nuestras ventajas negociadaspara usted.
Pero una vez que tenemos claro todo aquello que nos permite ahorrar, mal haríamos si lo dilapidáramos por no saber optar por el mejor destino para ese dinero. Por más que nos cueste, debemos abrir los ojos y dejar a un lado aquellas inversiones que, siendo adecuadas para nuestro perfil, ya no sean el mejor destino para nuestros ahorros. Sería el caso de las letras del Tesoro, donde ya estaría perdiendo dinero frente a otros productos de bajo riesgo (vea los depósitos más destacados al plazo de 6 meses). En cuanto a remar en favor del ahorro, por nuestra parte, tratamos las inversiones desde una óptica global, que tiene en cuenta los costes, el rendimiento, los intermediarios o la fiscalidad; de forma que no quede ningún fleco por el que se le escape ni un euro. Una visión de conjunto, donde también contemplamos ventajas negociadas para nuestros socios, no solo respecto a las inversiones, sino también a otras áreas. ¿Las conoce todas?