Inteligencia artificial, ¿por el mango o por el filo?
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Inteligencia artificial, ¿por el mango o por el filo?
La IA presenta oportunidades inversoras que no hay que dejar escapar.
Publicado el 02 abril 2024
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La IA presenta oportunidades inversoras que no hay que dejar escapar.
Si en serio se plantea que una empresa como Nvidia, tras el alza del 227% del último año, vale casi tanto como tres veces la bolsa española, equivale a pensar que esta empresa generará en el futuro el triple de beneficios que la suma de todas las cotizadas españolas.
Subirse al carro de la IA
Todo un subidón el de Ndivia, dopado por la explosión de la Inteligencia Artificial (IA), que plantea, no solo si la valoración de la compañía es la adecuada, sino cómo está desarrollándose esta nueva tecnología. En cuanto a la primera cuestión, nosotros tenemos nuestra opinión, a la cual damos respuesta en el análisis que de la IA publicamos en página 4. En cuanto a la segunda, constatamos un vertiginoso avance tecnológico que como todo lo que crece muy deprisa tiene una cara amable y otra algo más amarga.
Lo que subyace de estas valoraciones es que buena parte de la economía tradicional va a ser engullida por esta nueva tecnología. Y, aunque pueda ser pronto para sacar tal conclusión, parece que no les falta razón a los que así piensan. Pues los que más saben de este asunto estiman que en 2030 cerca de 20 millones de trabajadores en el mundo habrán visto desaparecer sus puestos de trabajo en beneficio de una IA, que realizará sus labores; o más bien en beneficio de los propietarios de esa IA que serán quienes vendan o alquilen sus servicios. Una sustitución del hombre por la máquina que ya estamos viendo con la robotización a mucha menor escala, pero que ya se vio en el pasado de forma agresiva con la Revolución Industrial, en la que los cualificados artesanos textiles se vieron sustituidos por telares y mano de obra, que los manejaban, mucho peor pagados. No es menos cierto que estos avances son capaces de generar otros puestos de trabajo, como con el paso de los años ocurrió con la Revolución Industrial. Ahora bien, la cuestión es si la IA será capaz de crear más empleos de los que destruya y otra cuestión importante es si la riqueza que genere irá a parar a la sociedad en su conjunto o solo a unos pocos. En su libro “Poder y progreso” los economistas Daron Acemoglu y Simon Johnson abordan la lucha por la tecnología y la prosperidad a lo largo de los siglos, analizando el progreso en épocas pasadas concluyendo que los resultados del progreso no son inevitables y cómo es el ser humano, y en particular las decisiones tomadas por las instituciones políticas, las que hacen decantarse la balanza hacia si el desarrollo tecnológico sirve a los intereses de una elite o en cambio al bien común.
De la confianza que usted tenga en nuestra clase política dependerá lo que puede esperar de ella. Nosotros creemos que la IA es una afilada navaja que ha llegado para quedarse y en la que no es lo mismo agarrarla por el filo que por el mango. Por lo que sí tenemos claro que participar del lado de los propietarios de esta no es mal criterio. ¿Cómo hacerlo? ¿en qué empresas? ¿qué fondos de inversión son los más adecuados? La respuesta en el artículo Inteligencia artificial, un punto y aparte.