Un nuboso panorama económico
Las navidades empiezan a cobrar presencia en los lineales de los supermercados con un par de meses de adelanto y se hacen más patentes con el encendido de las luces. Pero, ni la euforia de las fiestas, ni el brillo de sus luces pueden llegar a borrar el nuboso panorama económico que se avecina para el próximo año. La ralentización económica se palpa ya en los datos macro y el descenso del optimismo entre los expertos es también patente. Es lo que refleja el Consenso Económico y Empresarial del cuarto trimestre, que elabora PwC, par-tiendo de la opinión de 450 expertos entre empresarios y directivos. En este informe, dedicado esta vez a analizar el futuro modelo energético para España y Europa, señalan que 2024 podría venir marcado por el enfriamiento de la economía española. Una suave desaceleración de la actividad, que podría venir motivada por la pérdida de fuelle de la demanda interna – con el parón significativo de la compra de vivienda – y las exportaciones, y que llevaría a la economía española a cerrar este año con un crecimiento de 2,1% y un 1,6% el próximo año. La duda es si estaremos ante un punto de inflexión o un bache pasajero. El tiempo nos lo dirá.
Como también dirá qué rumbo toma el modelo energético en España y Europa. Un modelo en el que los expertos del Consenso se muestran de acuerdo con el empeño de la Unión Europea en impulsar la transición hacia una economía baja en emisiones de carbono para luchar contra el cambio climático. Un tema que es fuente de fuertes tensiones, como se ha visto en la cumbre sobre el clima COP 28, celebrada en Arabia Saudita. Precisamente en territorio del principal país productor de petróleo, que aboga junto a los productores de la OPEP por reducir las emisiones, en lugar de eliminarlas como defienden más de 80 países, entre ellos la Unión Europea y Estados Unidos. En un escenario de descenso de la demanda interna y ralentización de la actividad las tensiones por el problema energético vienen a echar leña al fuego. Un fuego que podría atizar Arabia Saudita si diera el paso de inundar el mercado de petróleo para bajar los precios y hacer daño a sus competidores. Y esta amenaza haría que algunos sectores sufrieran más que otros. Lógicamente, el de las petroleras – que a contracorriente de las bolsas mundiales ya se dejó un 2% en octubre – sería uno de ellos.
Habrá que esperar a la conclusión de la cumbre, pero el acuerdo parece difícil. Lo peor de todo es que el tiempo para frenar el cambio climático se agota. Sabemos que requerirá esfuerzos y una adaptación de la industria y la tecnología, de ahí, que los expertos del Consenso pidan plazos más largos y realistas para hacer estas adaptaciones. Mientras tanto, permaneceremos vigilantes a la evolución de los mercados y a cómo afecte a sus inversiones.