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Los fondos ahora gustan más

Desde el final de la crisis de 2008 el patrimonio de los fondos de inversión no ha dejado de crecer; una muestra del apetito por este instrumento.

Desde el final de la crisis de 2008 el patrimonio de los fondos de inversión no ha dejado de crecer; una muestra del apetito por este instrumento.

Publicado el  17 julio 2023
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Desde el final de la crisis de 2008 el patrimonio de los fondos de inversión no ha dejado de crecer; una muestra del apetito por este instrumento.

Desde el final de la crisis de 2008 el patrimonio de los fondos de inversión no ha dejado de crecer; una muestra del apetito por este instrumento.

Los hogares españoles están dando poco a poco su sitio a los fondos de inversión. Si bien en el reparto de los activos financieros que poseen las familias los reyes indiscutibles – en retroceso – siguen siendo los depósitos (38%), la tercera posición (15%) es para los fondos.
Estos datos son los que reflejan las cuentas financieras correspondientes al primer trimestre del año, publicadas por el Banco de España. A su vez muestran que los activos financieros de los hogares eran a finales del primer trimestre de 2,749 billones de euros, un 1,7% superior frente a la cifra registrada un año antes. Y que, en las adquisiciones netas de activos de los últimos cuatro trimestres, además de la deuda pública a corto plazo, los fondos tuvieron un lugar destacado.
El creciente apetito por este vehículo inversor – cuyo patrimonio en junio, según datos provisionales de la patronal Inverco ya superaba los 330.000 millones de euros – está más que justificado. Y es que son uno de los instrumentos idóneos de aquellos que no se limitan simplemente a ahorrar o sacar partido a su liquidez sin tensiones (vea cómo extraer todo el jugo a un montante de 150.000 euros con productos de bajo riesgo). Ahora bien, los inversores recién aterrizados en los fondos, aquellos con menos experiencia a la hora de hacer una buena elección, deben tener cuidado. Y es que corren el riesgo de dejarse cegar por llamativos rendimientos pasados o por unos costes en apariencia bajos, como ocurre en con algún fondo de acciones españolas. En el caso de los rendimientos usted dirá “si lo estoy viendo con mis propios ojos, por qué voy a desconfiar”. No se trata en sí de que ponga en duda los resultados, si no de que sepa mirar más allá. Puede que un fondo tenga un muy buen rendimiento pasado, pero esto pueda tener que ver muy poco con lo que es razonable esperar de ese fondo en el futuro. Un factor que usted debe valorar conjuntamente, con el riesgo que esté dispuesto a asumir. Un riesgo que, si no es adecuado para su perfil no debiera soportar y menos aún sin haber advertido ese “pequeño detalle” de antemano. Y en el caso de los costes aquellos fondos con varias clases, donde una es más barata. A simple vista usted pensará que está eligiendo bien optando por aquella con menores costes. Eso sí, tenga en cuenta si la entidad comercializadora le exige contratar otro servicio extra por dejarle elegir esa clase; servicio que, si a usted no le interesa, estará desluciendo su elección.
Entre el elenco de fondos puede haber algunos que pasen desapercibidos a su vista, pero que sean tan interesantes o más que otros que hayan captado su atención antes. Lo serán, por ejemplo, los de aquellas comercializadoras que le devuelvan parte de la comisión de gestión; algo que vendrá muy bien a su bolsillo y que deberá tener en cuenta como parte del rendimiento del fondo. Por nuestra parte, para que no se pierda en su búsqueda le diremos en qué fijarse.