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El efecto de subir los tipos
hace un año - viernes, 13 de mayo de 2022
El alza de los tipos oficiales en Europa está cada día más cerca. El objetivo de la medida sería contener la inflación. Ahora bien, ¿lo logrará? ¿qué efectos tendrá sobre la economía?

El BCE está allanando el camino para subir los tipos este verano.
Los mercados de deuda reaccionan
El alza de los tipos oficiales, más que anunciada en Europa, podría estar cada vez más cerca. Así, lo ha confirmado Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo; organismo que, según parece, se unirá en el mes de julio al pelotón de todos los grandes bancos que ya han tomado esta decisión, como p.ej. hizo la Fed hace unos días subiendo un 0,5% el precio oficial del USD. El objetivo es poner coto a una inflación desbocada, que se ha convertido en el principal responsable del colapso financiero. La reacción en los mercados de deuda no se ha hecho esperar y los tipos a largo se han disparado: los de 10 años en Estados Unidos han alcanzado el 3% por primera vez desde 2018. Y en España ya rondan el 2%.
Así las cosas, si los inversores andan preocupados por la inflación, no lo andan menos por la subida de tipos. Y es que esta medida tiene un doble impacto negativo en los mercados financieros. Por un lado, un dinero más caro reduce la valoración de las acciones, a menudo estimada sobre los beneficios futuros de las empresas. Y por otro, porque una financiación más cara puede frenar la demanda, el consumo, la inversión y coartar en suma el crecimiento económico, que parecía haber tomado algo de fuelle en 2021. Ahora bien, siendo el alza de precios más bien un problema de oferta que de demanda, no es de extrañar que muchos cuestionen si dar este paso es lo más adecuado ahora y si realmente servirá para contener los precios.
Y es que los precios suben, no porque haya una demanda desbocada que agote en pocos minutos los productos de los estantes, sino precisamente, por lo contrario. Con China todavía en otro estado en lo que supone la COVID-19, las cadenas de suministro no terminan de repararse, y la guerra en Ucrania y sus consecuencias han traído una escasez en el suministro de energía, alimentos o metales que han disparado sus precios. Problemas de oferta que un alza de tipos nada soluciona, ya que estos influyen más bien en frenar la demanda. La cuestión es que para contener realmente las presiones inflacionistas habría que subir mucho los tipos de interés para frenar el consumo de los hogares, con el consiguiente riesgo de hacer descarrilar el crecimiento económico. Pero, a su vez, sin un endurecimiento de la política monetaria, el deslizamiento de los precios podría salirse de madre y acabar deprimiendo también la actividad económica.
En definitiva, los bancos centrales están ante un difícil dilema. Solo el tiempo dirá si la subida de tipos podrá con la escalada de precios y cómo afectará todo esto realmente a las inversiones. En cualquier caso, no hay vuelta atrás; la época del dinero barato y las inyecciones masivas de liquidez tocan a su fin. Para sortear los obstáculos que puedan venir en esta nueva etapa, recuerde mantener una cartera bien diversificada, a la que ir incorporando las oportunidades que se presenten. No se pierda nuestros consejos de inversión.