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Entre la conciencia y lo rentable
hace un año - lunes, 21 de febrero de 2022
Aprovechar las oportunidades que brinda el alza del precio del petróleo puede colocar a algunos inversores en la disyuntiva de elegir entre su conciencia ecológica y los rendimientos del oro negro.

¿Es perdurable el tirón del precio del petróleo? ¿A quiénes beneficia?
Demanda del petróleo al alza
El precio del barril de petróleo se ha sumado a la vorágine de la inflación. Llenar el depósito hoy cuesta cerca de 17 euros más que hace doce meses: el precio del gasóleo subió un 29% en este periodo, superando su récord histórico de septiembre de 2012, mientras que el de la gasolina creció cerca de un 26%. Claro que, si en una cara de la moneda esto supone un castigo en toda regla para las economías familiares, en la otra se ha traducido en fuertes revalorizaciones de algunas petroleras. Por ejemplo, BP, Shell o TotalEnergies registraron en el último año rendimientos de entre el 47 y 57%, y hasta el patito feo Repsol ha rentado un 28%. Apenas un respiro para sus accionistas veteranos que, maltratados en los últimos años, con estas subidas les da apenas para cobrar algún dividendo y, en algunos casos, salir de los números rojos. Ahora bien, todo indica que con una demanda de crudo creciente que sostenga su precio, en los meses venideros la tónica de los rendimientos será la que impere entre las petroleras.
Claro que aprovechar los rendimientos que vengan del sector petrolero puede colocar a los más preocupados por el medioambiente en una disyuntiva difícil de dilucidar: la de actuar según los dictados de su conciencia y, por tanto, huir de este sector a toda costa; o la de sacar partido de los altos precios del crudo y agarrar los jugosos réditos que puedan venir. Sin intención de influir en esta decisión tan personal, debemos apuntar que entre los negocios de las cotizadas nada es totalmente blanco o negro; el sector petrolero no es ajeno a la revolución verde que se está dando en el mundo. Algunas compañías lejos de mantenerse al margen están haciendo un esfuerzo por buscar el equilibrio e incorporar los criterios ESG (medioambientales, sociales y de gobernanza) en sus inversiones. El sector está en pleno cambio y al menos en Europa algunas empresas están dando prioridad a las energías verdes frente a su producción petrolera. Por tanto, aceptar los rendimientos generados por el oro negro no significa dar la espalda a los dictados de la conciencia medioambiental al 100%.
Por otro lado, hay que poner sobre la mesa que, lo queramos o no, en medio de esta transición hacia energías alternativas más limpias, el petróleo seguirá siendo necesario. Eso es algo que tampoco podemos obviar, pero lógicamente cada uno debe dirigir sus inversiones hacia donde le haga sentir más cómodo. Por nuestra parte, nos limitamos a analizar las perspectivas de cada sector para detectar allí donde pueda haber rendimientos. Así, si decide aprovechar el tirón del oro negro le indicamos las mejores vías para materializar su apuesta, ya sea en acciones individuales o través de fondos con los que diversificar los riesgos. Y para aquellos que prefieran no traicionar su conciencia ecológica en lo más mínimo también encontrarán en el comparador de fondos de nuestra web una selección de casi treinta fondos medioambientales entre los que elegir.