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Acciones con una condena anunciada
hace un año - lunes, 20 de diciembre de 2021Chicharros de bolsa
Bien pudiera seguir sus pasos Berkeley Energía, presente en bolsa desde 2018. Ambas, -93% la primera y -65% la segunda, han sido duramente castigadas en Bolsa este año. No es para menos. Codere tras no poder pagar su deuda e iniciar un proceso de reestructuración quedará en manos de sus acreedores. Y Berkeley Energía, cuya única actividad consistía en poner en marcha una mina de uranio en Retortillo (Salamanca), ha fracasado en el empeño tras recibir la negativa administrativa del Ministerio de Transición Ecológica. Para colmo se enfrenta a un conflicto con el fondo estatal de Omán a cuenta de una deuda de unos 57 millones de euros por un pagaré convertible de 2017 que, desde la minera han transformado en acciones para su abono -diluyendo la participación de los actuales accionistas cerca de un 40%-, pero del que Omán solicitó con anterioridad su pago en efectivo.
Codere ha sido ya defenestrada y Berkeley es una empresa zombi que se agarra como a un clavo ardiendo a un recurso que le permita seguir con el proyecto o terminar obteniendo dentro de unos años un resarcimiento del Estado, algo que hoy parece poco probable. Dos chicharros de los de manual, pues, a pesar de conocerse sus problemas, o más bien precisamente por ellos, han estado en el punto de mira de los especuladores aupando su cotización después de sonoras caídas con el ánimo de un fuerte rebote sin evaluar el valor de lo que compran. De Codere ya le advertimos en febrero de 2015 (vea nuestro artículo Codere: no juegue con fuego) cuando estaba al borde de desaparecer por no poder hacer frente al compromiso con sus acreedores. Entonces las acciones se dispararon un 400% en poco menos de 6 seis días y llegaron a tocar los 36 euros. Nosotros lo tuvimos claro. Había que alejarse de esta acción, que un año después valía la mitad y hoy, un lustro después, abandona el parqué rondando los 0,09 euros.
Moraleja
La lección que deja para el inversor episodios como estos es la importancia de informarse en lugar de lanzarse a comprar, sin más, llevado por el furor de futuribles ganancias. Otra lección, que si es seguidor fiel de nuestros consejos ya le sonará, es que no porque el precio de algo caiga mucho significa que esté barato. De nada sirve que tenga un precio muy bajo, si usted adquiere algo que no vale nada. Es más, puede acabar quedándose con algo de lo que después difícilmente podrá desprenderse. Es nuestro deber advertirle de casos como estos para que no termine atrapado en inversiones sin valor y sin salida. Siga nuestros análisis de acciones basados en el valor real de las empresas, que sin ser infalibles son al menos garantía de riesgo limitado. Vea los consejos de las acciones de nuestra selección en nuestro comparador de acciones.