La caja de Pandora

La nueva investigación del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) en la que no dejan de aflorar nombres conocidos de no pocos españoles – cantantes, políticos, jugadores de fútbol, empresarios… – con sociedades offshore; normalmente en paraísos fiscales, donde es posible obtener ingresos y realizar operaciones opacas al fisco. No podemos afirmar que los “nominados” hayan defraudado necesariamente al fisco, pero quien hace el esfuerzo por montar una sociedad de este tipo no suele ser porque desee someterse al derecho español como hace el resto de los mortales residentes en España, sino que suele buscar precisamente lo contrario. Nosotros siempre hemos defendido que cada cual respete las normas de su lugar de residencia, por más justas o injustas que les puedan parecer.

Eso sí, ello no implica que, si alguien no comulga con el sistema de su lugar de residencia, no pueda ser libre para mudarse donde le convenga. Ya sea de una comunidad autónoma a otra, o incluso, si esto tampoco les contenta, hacer las maletas y marcharse al extranjero. Pero de verdad, cumpliendo con la ley y no haciendo ver que residen fuera, cuando en realidad no es así. Vamos que, lo de vivir aquí y tributar allá, ni cuela, ni es justo para quienes sí hacen bien las cosas.

Ahora bien, otra opción a su alcance es, agarrándose a la fiscalidad existente, explorar aquellos trucos, que nos permitan llevarnos el gato al agua como contribuyentes. Es decir, echando mano de la normativa saber hacer la elección fiscal que más ventajas nos reporte. Un ejemplo de ello puede ser la gestión de los alquileres de inmuebles, tan de actualidad estos días. Y es que, dependiendo del caso, a un arrendatario podría salirle a cuenta crear una sociedad ex profeso para gestionar los alquileres de varias viviendas y así beneficiarse de las bonificaciones existentes. Lógicamente constituir una sociedad para ese fin requiere cumplir con ciertos requisitos, pero como contrapartida reportará ventajas como la deducción sin limitación de los gastos en los que incurra dicha sociedad para llevar a cabo su actividad; o como la bonifica-ción del 85% de los ingresos por rentas en algunos supuestos.

En definitiva, con la ley en la mano se trata de buscar las fórmulas más favorables para el contribuyente. Como puede ser diferir el momento de sacar a la luz ganancias en fondos realizando un traspaso a otro. Y en este camino tampoco hay que perder de vista las inversiones que le permitan ahorrar. Por ejemplo, los fondos con ventajas en forma de retrocesiones que en OCU Inversiones le ofrecemos (vea los dos nuevos fondos que acabamos de lanzar a través de Banco BiG). Este ahorro es un elemento más a considera, pues contribuirá a reforzar su patrimonio de cara al largo plazo. En este camino, de ley, siempre tendrá a OCU de su lado.