- Sala de prensa
- Fondos de acciones medioambientales: verde que te quiero verde
Noticias
Posiciones editoriales
Fondos de acciones medioambientales: verde que te quiero verde
hace un año - lunes, 6 de septiembre de 2021
La querencia por el respeto al medioambiente lleva ya un tiempo trasladándose al mundo de las inversiones. ¿Son tan verdes como las pintan? Vea nuestra postura editorial.
Llamativo desempeño
La moda verde está calando en el mundo de las inversiones. Y no sólo por la conciencia cada vez más arraigada en la sociedad de cuidar el planeta y mitigar los efectos del cambio climático, sino porque este sector ha dado un buen salto en el último año. Un ejemplo del tirón de las inversiones sostenibles es el desempeño de los fondos de acciones medioambientales, donde algunos han cosechado rendimientos del 50% e incluso algo superiores. No es de extrañar que ante estas cifras más de un inversor se vea atraído por este nicho, ya sea por razones de conciencia o puramente crematísticas. A los primeros les diremos que no es todo tan verde como lo pintan en el mundo de las inversiones sostenibles. Si bien este tipo de productos no son nuevos en el mercado, todavía es incipiente la regulación que los clasifica como tales. Ha sido en marzo de este año, cuando entró en vigor el Reglamento de la Unión Europea sobre divulgación de información relativa a la sostenibilidad en el sector de los servicios financieros – SFDR, por sus siglas en inglés (Sustainable Finance Disclosure Regulation) –, que obliga a explicar a las gestoras si siguen criterios de sostenibilidad. Una regulación necesaria para que al inversor con conciencia ética no le den gato por liebre.
Lo cierto es que la lucha ecológica va ganando terreno entre los actores financieros, ya sea por convicción, por presiones de sus accionistas o por temor a que su política de emisiones ponga en riesgo su negocio. Así pues, la oferta financiera en este campo ha ido creciendo, pero dentro de las que dicen cumplir con estos criterios pudiera haber versiones edulcoradas de la realidad. Es aquí donde el rol de los reguladores del mercado desempeña un importante papel para desenmascarar engaños. Un ejemplo de su actuación es la investigación que están llevando a cabo la SEC y BaFin, los reguladores de Estados Unidos y Alemania, respectivamente, sobre DWS, la filial de gestión de activos de Deutsche Bank, por exagerar los criterios que sigue en materia de ESG (sociales, medioambientales y de buen gobierno). No sabemos en qué acabará la investigación, pero por lo pronto tras su anuncio los mercados hicieron pagar a DWS, que cayó un 13,6%.
Por otro lado, en cuanto a las inversiones que sí son lo que dicen ser en materia verde, como en todos los sectores, hay que distinguir entre las mejores y la peores. No basta con lanzarse a apostar por el auge de esta tendencia sin más. Es preciso hacer criba para dar en la diana con aquellas con gestión excelente. Y este es el mensaje para aquellos que eligen lo verde por razones crematísticas. Para subirse a este carro usted como inversor no debe guiarse sólo por la moda, sino tener en criterios como la gestión que haya tenido un fondo en el pasado. Este y otros factores le ayudarán a ir en buena dirección a la hora de elegir. En cualquier caso, sea la razón que sea la que le atraiga a este sector, no le dejaremos solo en la elección. Para ello puede apoyarse en nuestra evaluación de fondos.