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Stop a los costes sorpresa
hace 3 años - lunes, 4 de noviembre de 2019Y si de fondos de inversión se trata, es también cada vez más importante no meter la pata con el comercializador. Y es que nos estamos empezando a topar con que algunos se están sacando de la manga comisiones extra que nada tienen que ver con el fondo, su gestora o su depositaria, sino con la codicia de su comercializador. Es el caso de aquellos comercializadores que tratan de colar, sin venir a cuento, una comisión añadida por custodia anual. Coste que, como en este caso que le relatamos, no viene recogido en ninguna parte del folleto del fondo ni en su documento de datos esenciales. Este coste puede salirle entre un 0,2 y un 0,4%; un sobrecoste que no será precisamente una alegría para su bolsillo: imaginando que invirtiera 100.000 euros le supondría un coste extra anual de 400 euros que al cabo de 10 años alcanzaría nada menos que 4.000 euros.
Como organización de consumidores este tipo de práctica nos parece escandalosa. Pues hasta el momento de la compra, y sólo si tiene muy buena vista, el inversor no puede ser consciente de estos gastos añadidos. Gastos que le aplicarán sólo por comprar dicho fondo por ese canal y que pueden estar completamente exentos comprándolos por otro medio. Estos gastos son un factor esencial en la decisión de compra, pues podrían y de hecho debieran hacerle decantarse por otra inversión de conocerlos en su integridad. Y más escandaloso nos parece todavía que esto ocurra escudándose en la normativa de protección del inversor MIFID II; reglamentación que tiene en su razón de ser aumentar la transparencia de los mercados financieros en aras de proteger a los inversores, pero que en la práctica puede retorcerse para aumentar los ingresos de la industria financiera a costa del bolsillo de sus clientes. Curiosa forma de proteger al inversor y sanear la industria.
Gracias al capítulo de los costes inesperados, una inversión puede acabar perdiendo su atractivo original. Bien vía rendimiento, dado que habrá que descontar esos costes extra del resultado que obtenga con ella; o bien porque deje de cumplir la función por la que la escogió. Tal es el caso de los fondos monetarios que suelen emplearse como paraguas temporal, mientras se encuentra otra apuesta de mayor interés para depositar el patrimonio. Una forma de evitar que le cobren de más y se la cuelen a la hora de contratar sus fondos es utilizar el Supermercado de Fondos OCU. Una plataforma que no sólo no le cobra de más, sino que le permite beneficiarse anualmente de una retrocesión de entre el 10 y el 70% de la comisión de gestión. Sirva como cifra ilustrativa los más de 4,5 millones de euros que lleva devueltos el súper en el último año. Y esta sí que es una alegría para su bolsillo.