- Sala de prensa
- La factura del rescate bancario
La factura del rescate bancario
hace 4 años - lunes, 1 de octubre de 2018
Interés ofrecido por los depósitos a plazo en nuestro país.
Ya es la tercera en lo que va de año, con los efectos que ello conlleva en los rendimientos a corto y largo plazo (vea las consecuencias de estas subidas). En cambio, en la zona euro el precio del dinero, bajo mínimos históricos, permanece estable y prevemos que continúe sin alzas hasta el verano de 2019. Parece ser que la normalización a este lado del charco se hará esperar un poco, aunque ya hay voces que claman en favor de una aceleración del proceso que haga salir de una de vez del “modo crisis” al sistema financiero.
Una crisis de la que ya se han cumplido 10 años y que infligió un castigo global al sistema financiero, cobrándose más de una víctima. En el caso español, uno de los colectivos más golpeados ha sido y siguen siendo los ahorradores, aquellos que hacen los deberes y tienen su caja saneada. ¿Y qué obtienen como recompensa? Tipos de interés irrisorios en productos de bajo riesgo como los depósitos. En España hay 200 mil millones de euros en depósitos, con una media de rendimiento a un año del 0,12%; un porcentaje ínfimo y aún más ridículo, si lo comparamos con la media de otros países del entorno como Francia, Alemania o Italia, donde puede rondar el 1%. Un ejemplo de ello es el depósito de francés Crédit Agricole CF, que ofrece tales rendimientos desde 5.000 euros.
Esta situación nos trae a la memoria el fantasma de la “recomendación” que lanzó el Banco de España en 2013, según la que los rendimientos de los depósitos solo podían superar en un 1% al tipo oficial del Banco Central Europeo. Si bien la razón orquestada era mejorar los márgenes de las entidades para evitar problemas de solvencia, nuevamente han sido los ahorradores los que han sufragado de forma encubierta – y siguen haciéndolo – el salvamento de la banca en España.
A los más de 60.000 millones que costó el rescate bancario español se suman cada año cerca de 20.000 millones, que dejan de pagar en rendimientos de los depósitos, gracias a que en España se ha cercenado la libre competencia en lugar de fomentarla. ¿Hasta cuándo pagarán los ahorradores tradicionales este coste?
A ellos se unen también los accionistas bancarios tras una década en blanco, en el mejor de los casos, en cuanto a rendimientos se refiere: véase la evidente resolución del Banco Popular o la prohibición expresa del regulador en muchos casos al pago de dividendos, tapada con el engaño de entregas de acciones en su lugar; o el ejemplo de los que parecen haberse salvado de la crisis como el BBVA, cuyo presidente se jubila dejando la entidad valiendo la mitad que a su llegada. No será hasta que los tipos suban de verdad en la Unión Europea, cuando el sector bancario empiece a respirar, las cuentas estén algo más saneadas y empecemos a ver mejoras para el ahorrador. Y para eso, en Europa, parece faltar casi un año.