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De Guindos, ascendido
hace 5 años - lunes, 26 de febrero de 2018Esta semana hemos conocido el nombramiento de Luis de Guindos para el puesto de vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), el banco central de los 19 países de la Unión Europea que han adoptado el euro. Donde muchos quieren ver el justo pago a los méritos acumulados, al haber logrado la economía española bajo su mandato como Ministro de Economía pasar del vagón de cola a locomotora del crecimiento en la zona euro, otros ven una especie de pago adelantado a los países del sur de Europa a cambio del apoyo a un presidente alemán cuando finalice en 2019 el mandato del actual Presidente del BCE, Mario Draghi. Sea como fuere, el cargo no es una cuestión menor, teniendo en cuenta la enorme importancia de esta institución.
¿Quién no recuerda, en 2012, cuando la deuda de los países periféricos subía como la espuma y los grandes hedge funds hacían su agosto especulando contra el euro, las amenazadoras palabras de Mario Draghi “hare lo necesario para salvar al euro, y créanme, será suficiente”? Sólo esta frase logró poner en retirada a los más feroces tiburones de la bolsa y provocó una fuerte e inmediata caída de los tipos de interés de toda la deuda periférica. Actualmente en el panorama internacional tan sólo la Reserva Federal estadounidense ostentaría un poder semejante. Para España, muy infra representada en las instituciones comunitarias, el haber recuperado algo de peso donde se corta el bacalao supone una buena noticia. Claro está que el BCE no es un órgano de representación territorial y que De Guindos deberá defender los intereses del conjunto de la zona euro. Especialmente el de cumplir con el primer mandato del BCE, que no es otro que asegurar la estabilidad de precios en los países que comparten la moneda única. Lo cual no quita después que cada cual intente arrimar un poco más el ascua a su sardina. Tal como pinta el panorama, el ciclo económico parece ir más avanzado en algunos países del norte de Europa como Alemania, con tasas de paro de pleno empleo e inflación al alza, mientras que en otros como España, con inflación controlada y tasas de paro muy elevadas, subidas rápidas de tipos de interés le podrían venir peor a corto plazo, y es precisamente ahí, en algún momento puntual, donde Luis de Guindos podrá defender cierta sensibilidad para con los intereses de España.
En cualquier caso, si acertamos y al final Alemania, tan beligerante en los últimos años con la política monetaria expansiva de las autoridades europeas, consigue colocar un alemán al frente del BCE, pocas dudas caben que los tipos de interés de la zona euro iniciarán una remontada desde los bajos niveles actuales algo más rápida de lo previsto. No ha llegado todavía por tanto el momento de invertir en obligaciones de la zona euro, pues su valor podría caer en cuanto comiencen a subir los tipos.
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