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Buscando plan

Publicado el   14 noviembre 2017
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El Gobierno ha propuesto cambios en el marco legal de los planes de pensiones. Vea nuestra postura editorial.
Son la solución dada desde el ámbito oficial y privado a un problema en torno al cual aumenta la preocupación social, tratan además de resolver un problema que más tarde o más pronto afectará a toda la población. Sin embargo, tras perder casi un millón de adeptos en los últimos diez años, este zapato parece encajar en pocos pies, y de los que todavía lo calzan parece que a la mayoría les hace rozaduras con cerca de dos tercios de ellos técnicamente en suspenso, es decir, sin realizar nuevas aportaciones desde hace mucho tiempo. ¿Sabe de qué hablamos? Probablemente lo haya adivinado. Estamos hablando de los planes de pensiones del sistema individual que complementarían al sistema público de pensiones.

Vaya por delante que desde OCU seguimos confiando en el sistema público de pensiones, y creemos que este debe seguir siendo el principal sustento de nuestros jubilados. Ahora bien, no nos parece mal que cada uno asuma su parte de responsabilidad y vaya buscando con qué proteger sus pies una vez cuelgue sus botas. Y en lo que afecta a los planes de pensiones como solución, a nosotros no nos extraña la espantada. Es cierto que a su favor pesan unos jugosos ahorros fiscales en la aportación, pero las bazas en su contra no son baladí, una penosa liquidez y especialmente unos mediocres rendimientos en el largo plazo que han rondado p.ej. el 1,8% anual en los últimos diez años. Es decir quien aportara 10.000 euros a su plan en 2007 ahora, de media, apenas contaría con 11.950 euros.

 El Gobierno se ha dado por fin cuenta de que con este calzado la gente cojea, y acaba de proponer cambios en su marco legal. Ahora bien, una vez puesto el delantal de zapatero podría haberse esforzado algo más y haber dado algo más de lustre al producto. No toca su fiscalidad, en la que por cierto hay mucho que mejorar en el momento del cobro. Propone un nuevo reglamento con el que apenas se mejora la transparencia del producto, se limita a aclarar que los planes podrán recuperarse a los diez años de la primera aportación y carga contra el sector, que efectivamente es el principal culpable de los pésimos resultados obtenidos por los ahorradores, al limitar la comisión de depositaria al 0,2% anual y la de gestión por categorías: al o,85% para los de renta fija, al 1,3% para los mixtos de renta fija y al 1,5% para el resto. No podemos decir que nos parezcan malas tales medidas, pero nos tememos que la mayoría de planes se adaptarán al máximo legal cobrando comisiones, a nuestros ojos, todavía caras, por lo que si no mejora la gestión difícilmente mejorará su rendimiento.

 Una buena respuesta sería un plan que estando bien gestionado cobrase comisiones razonables. Si por ejemplo hubiese existido hace 10 años un plan que inspirado en nuestra cartera global cobrase unas comisiones de este tipo, su rendimiento habría rondado el 5% anual, es decir 10.000 euros serían hoy más de 16.000. Eso sí que ayuda a andar con comodidad.