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Desconfiar del éxito
hace 5 años - lunes, 9 de octubre de 2017La tensión por los acontecimientos políticos al final sí que ha hecho mella en el mercado. Los intereses de las obligaciones españolas escalaron hasta el 1,7% y la prima de riesgo subió hasta el 1,2%. Las fuertes caídas bursátiles, especialmente en el sector bancario, sólo se comenzaron a revertir cuando las compañías comenzaron a anunciar el cambio de sus respectivas sedes sociales. El castigo llegó también al Ibex35, que llegó a perder la cota de los 10.000 puntos, recuperado después buena parte del terreno perdido.
Sin embargo el nerviosismo que atenaza los mercados queda lejos del que había en el año 2012, cuando se temía una salida de España del euro. Por ejemplo, el coste de asegurar la devolución del capital y el pago de los intereses de 1 millón de euros invertidos en obligaciones españolas a 10 años ha pasado en unas semanas de unos 7.500 USD a cerca de 9.000, muy lejos de los más de 40.000 que se debían pagar en 2012.
Da la sensación de que los inversores muestran una extraña y peligrosa complacencia ante las incertidumbres económicas y geopolíticas. Los riesgos ligados al Brexit, a Corea del Norte, la situación en Oriente Medio, la retórica belicista de Trump o Putin, niveles récord de deuda pública y privada por todas partes… y mientras tanto las principales bolsas mundiales en máximos históricos. Hay un dicho que dice que en el éxito se esconde la semilla del fracaso. Consideremos el caso reciente de Equifax, una compañía estadounidense de 120 años de historia, uno de los líderes mundiales en el sector de calificación de créditos. Con una sólida situación financiera Equifax es, o era hasta hace poco, una acción que se encontraba merecidamente cara, un valor seguro en la Bolsa de Nueva York.
Recientemente Equifax reconoció que un virus informático robó datos de 143 millones de consumidores estadounidenses. Con el agravante de que Equifax tardó varias semanas en dar a conocer lo sucedido y que en ese ínterin algunos directivos vendieron una parte de sus acciones. El valor perdió un 30%, castigo que no parece excesivo para una empresa que basa su modelo de negocio en la confianza al procesar la información de sus clientes. Recuperar la reputación le llevará mucho tiempo, por no hablar del coste de las indemnizaciones que pueda tener que afrontar la empresa.
Hace veinte años, el Director de Intel, Andrew Grove, publicó su exitoso libro "Sólo los paranoicos sobreviven". Su mensaje: cuidado con los éxitos que conducen a la complacencia y, en última instancia, al fracaso. Por ello, antes de considerar que merece la pena pagar una "prima de calidad" por una acción, piénselo dos veces. Paranoico quizá no, pero precavido, ¡siempre!