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Acciones tecnológicas: unicornios ¿mito o realidad?
hace 6 años - lunes, 29 de mayo de 2017
Vea nuestra postura sobre las acciones tecnológicas de más reciente creación. ¿Gigantes con pies de barro?
La compañía norteamericana Snap (no compre), cuya aplicación Snapchat trae locos a muchos adolescentes, se estrenó en Bolsa a principios del mes de marzo. Con una valoración de 24.000 millones de dólares en su debut bursátil, llegó a alcanzar incluso un valor de 34.000 millones al cierre del primer día de cotización en la Bolsa de Nueva York.
Snap forma - o más bien formaba - parte del « club de los unicornios ». Creado por el analista Aileen Lee en 2013, este concepto reagrupaba las compañías americanas presentes en el sector de las nuevas tecnologías, con menos de diez años de existencia y un valor de al menos 1.000 millones de dólares antes de su salida a Bolsa. Con el tiempo, los unicornios se refieren a cualquier start-up valorada en más de 1.000 millones de dólares y que aún no cotice en Bolsa.
Actualmente su número asciende a 196 compañías, pero esta cifra cambia constantemente. En su gran mayoría empresas americanas, solo dos sociedades vienen de Francia, encontramos nombres tan conocidos como Uber, Airbnb, Pinterest, Dropbox o Spotify, que figuran entre las que cuentan con las valoraciones más altas. ¡Hasta 68.000 millones en el caso de Uber! Sin embargo, estos unicornios son (muy) deficitarios. De todas formas, el interés de los inversores – con mucha liquidez para invertir en el contexto actual de debilidad histórica de los tipos de interés – se centra más bien en su elevado crecimiento de las ventas y en las expectativas de beneficios futuros.
Pero ojo con los espejismos. Entre las sociedades tecnológicas, pocos estrenos bursátiles se han convertido en apuestas exitosas para el inversor. Es cierto que hay historias con final feliz como Google (mantenga) o Facebook (venda) que nos hacen soñar. En cambio, sociedades como Twitter (no compre) no han demostrado aún su capacidad para ser rentables. Y habrá que esperar aún varios años al menos antes de que Snap obtenga beneficios (si llega a ser el caso) a tenor de los últimos resultados presentados con un fuerte incremento de las pérdidas, y unas ventas y un número de usuarios por debajo de lo esperado.
Como se puede entender, muchos de estos unicornios corren el riesgo de quedarse finalmente en meros mitos. Nosotros preferimos decantarnos por realidades. En líneas generales, el sector tecnológico nos parece correctamente valorado. Nosotros le aconsejamos centrarnos en grandes compañías tecnológicas, que han demostrado su valía y buen hacer a lo largo de los años, y con una solidez financiera que nos permite confiar en ellas a largo plazo. Intel o IBM son dos buenos ejemplos de ello (vea nuestro análisis sobre el sector tecnológico). La primera de ellas está además incluida en nuestra cartera modelo de acciones.
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