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¡Ojo con los espejismos!
hace 6 años - viernes, 18 de noviembre de 2016Si suele echar un vistazo a las cotizaciones de las acciones, ya se habrá percatado de que para comprar algunas necesitará rascarse bien a fondo los bolsillos mientras que otras requerirán un menor desembolso por su parte. ¿Quiere decir esto que aquellas acciones que cotizan a precios más elevados resultan caras y las que lo hacen a precios infe-riores son las baratas? ¡Ni hablar! Como socio de OCU inver-siones ya debería saber que el hecho de que una acción se encuentre cara o barata es una apreciación relativa que no tiene nada que ver con su precio en términos absolutos, vea más detalles en este enlace.
Sin embargo, parece que no todos los pequeños inversores están bien informados. Según varios recientes estudios, en general se sienten más atraídos por aquellas acciones que cotizan a precios bajos. Una percepción –errónea- de la que intentan sacar provecho numerosas compañías cuando deciden p.ej. desdoblar sus acciones (“split”). Con ello no persiguen mejorar la liquidez del valor sino producir un efecto meramente psicológico entre los inversores: provocar que las acciones parezcan más baratas. P.ej. si usted tiene acciones de una compañía que cotiza a 50 euros cada una y esta las desdobla en dos, tendrá el doble de acciones a un precio de 25 euros cada una. Con ello, parecerá que usted está invirtiendo en ella a precio de ganga y que en caso de éxito la ganancia será mucho más jugosa y, en cambio, en caso de fracaso, la pérdida no será tan sonora. ¡Menuda quimera!
Pero además de esta debilidad para poder convertirse en presas fáciles de este tipo de “manipulaciones” psicológicas, los inversores menos informados también son víctimas de su desconocimiento del funcionamiento de los productos financieros. Recientemente uno de nuestros socios nos preguntó por qué apostar por el plan de pensiones Aviva Espabolsa en lugar de por un plan garantizado a 10 años que le ofrecía su banco si ambos invertían en el famoso Ibex 35. Por un lado, nuestro amigo cometía el error de confundir la inversión en acciones españolas, como hace el Aviva con notable éxito, con la evolución de uno de sus índices más famosos. Y por otro de no conocer el funcionamiento real del producto de su banco pasando por alto el hecho de que le garantizaban el 35% de la revalorización media de dicho índice. Dicho de otro modo, su banco le ofrecía poco más de la tercera parte (el 35%) de la mitad (la media) de lo que rentaran las 35 acciones del Ibex y sin tener en cuenta lo que pagaran en dividendos. En otras palabras, si hiciera caso a su banco estimamos que, con suerte, podría ganar un 1% anual al cabo de 10 años frente al 5% anual que le reportaría del plan de Aviva.
¡Un botón de muestra más de que un inversor bien informado vale por dos!