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Comprar o no comprar, ¿en qué quedamos?
hace 7 años - lunes, 1 de febrero de 2016
En momentos de fuertes fluctuaciones bursátiles como el actual, recomendamos comprar o no comprar acciones.
En numerosas ocasiones a lo largo de esta web y en diversas rúbricas de nuestro boletín (Panorama, editorial) hemos recomendado últimamente no realizar nuevas compras de acciones o de fondos. En cambio, a lo largo de nuestras revistas o en la página web siguen apareciendo consejos de compra. ¿Cómo se explica esta aparente contradicción? Desde OCU inversiones nuestro objetivo es prestarle toda la información necesaria para que, desde la independencia que nos caracteriza, nuestros expertos le ayuden a gestionar su patrimonio como un buen padre de familia. Eso supone, por un lado, que usted antes de nada se construya una estrategia global dando el peso a las acciones y a la renta fija que mejor se adapte a su perfil de inversor sin fijarse en los consejos individualizados que pueda merecer una acción o un fondo concretos. Para ello ponemos a su disposición nuestras carteras globales. Por otro lado, para incrementar nuestra probabilidad de acierto con nuestros consejos, nuestros análisis tienen una perspectiva de largo plazo, suponiendo que usted como inversor tiene por delante al menos cinco años - mejor diez o más años- sin que vaya a necesitar dicho dinero.
Aplicando tal enfoque, nuestro equipo de analistas revisan a diario las evaluaciones y consejos de todas las acciones y fondos de nuestra selección. Así, si comprueban p.ej., que una acción o fondo para el que estiman una rentabilidad del 8% de media anual al cabo de esos 10 años cae un 10% en un semana sin que se haya modificado ningún factor que haga prever una reducción de nuestras previsiones, el rendimiento esperado habrá subido al 8,8% y el consejo de compra tendrá más razón de ser. Ahora bien, estos consejos individuales deben ser entendidos siempre dentro de esa estrategia global y solo para aquellos que tienen un largo plazo por delante y sean capaces de asumir pérdidas en el corto plazo con la esperanza razonable de obtener mayores beneficios a la larga. Si no es este su caso, opte por una alternativa de riesgo cero: un depósito al 0,3% anual, sin invertir más de los 100.000 euros que por titular le devolvería el Fondo de Garantía de Depósitos en caso de insolvencia de la entidad. Pero esto no quiere decir que estemos ciegos.
Nuestros analistas además de sus cifras y modelos matemáticos de largo plazo cuentan con la intuición y la suficiente experiencia como para darse cuenta de que el ambiente financiero está enrarecido desde hace meses. Por ello, desde el pasado septiembre hacemos llamamientos a la precaución, recordando la figura del inversor “buen padre de familia” y animándole a que no se preocupe si las cantidades que tiene invertidas en sus acciones no alcanzan ese 55% que pudiera destinarse ahora razonablemente con una perspectiva de 10 años. Por ello y de forma global, no realice nuevas compras. El ahorro nuevo e incluso el dinero que piense destinar a las obligaciones españolas manténgalo en liquidez hasta que el panorama se aclare, algo que por cierto no vemos por el momento.
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