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¡Ay, pobres crédulos!
hace 7 años - miércoles, 3 de febrero de 2016
Un nuevo fraude financiero descubierto en China y que ha afectado a más de 900.000 personas.
¿Le suena de algo el nombre de Bernard Madoff? Se trata de un hombre de negocios norteamericano que puso en marcha un vasto fraude financiero en el año 2008 y que consistía en captar dinero de inversores, más bien pudientes, con la promesa de obtener una rentabilidad elevada. Lejos de ser el fruto de inversiones juiciosas, los intereses se abonaban gracias al dinero de nuevos inversores. Pues, un sistema como este conocido como “esquema Ponzi” acaba de ser desmantelado de nuevo, esta vez en China.
Alcanzando una suma equivalente de unos 7.000 millones de euros, este nuevo escándalo afecta a más de… ¡900.000 personas! Ezubao, una plataforma online de financiación entre particulares y pequeñas empresas (peer-to-peer), ha servido para enriquecer a sus dirigentes en lugar de desarrollar la economía del gigante asiático. Atraídos por unos tipos de interés garantizados que podían llegar a alcanzar el 14,6% anual, los pequeños inversores, demasiado crédulos, cayeron en la trampa de proyectos que resultaron finalmente ficticios en al menos el 95% de los casos.
Con una absoluta falta de cultura financiera, pero tranquilizados por anuncios de publicidad difundidos en las grandes cadenas de televisión públicas chinas y por el prestigio de un certificado de “empresa responsable” concedido por las autoridades, estos inversores ya no pueden esperar recuperar gran cosa de su inversión. Su dinero ha sido gastado en su mayor parte por el equipo directivo de Ezubao. Otras estafas del mismo género saldrán sin duda a la luz en las próximas semanas.
Pero no se equivoque. Si bien un percance semejante llama la atención sobre todo por su envergadura, tampoco nosotros estamos a salvo de semejantes prácticas. Si bien internet ha sido, en las últimas dos décadas, un factor bienvenido de democratización de las finanzas y abaratamiento de los costes de gestión en favor del pequeño inversor, los engaños de todo tipo pululan por ahí ahora más que nunca, y también en nuestro país.
Desesperados por las pobres rentabilidades actuales que obtienen por sus ahorros, muchos son los que sucumben a estos perniciosos cantos de sirena. Al igual que Ulises se ató al mástil de su barco para resistir a la tentación, siga usted más bien esta máxima de sentido común: lo que resulta demasiado bonito para ser verdad, rara vez lo es. Y ante cualquier duda, acuda a nuestra Asesoría (913 009 141 / 902 889 488; de lunes a viernes de 9:00 a 14:00h) donde un equipo de especialistas financieros responderán gustosamente a todas sus preguntas.
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