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El ciudadano paga el rescate
hace 8 años - lunes, 1 de septiembre de 2014
El rescate del BES supone un toque de atención para quienes pensaban que las dificultades bancarias eran cosa del pasado. Nosotros llevamos tiempo alertando de las serias dudas que este sector aún nos plantea.
El rescate del BES en Portugal supone un toque de atención para todos aquellos que pensaban que las dificultades bancarias eran cosa del pasado. No es nuestro caso, que llevamos tiempo alertando de las serias dudas que este sector aún nos plantea.
Reflotar el banco portugués saldrá por unos 5.000 millones de euros, pero el Gobierno luso ya se ha apresurado a manifestar que el contribuyente no pagará el pato. ¿Les suenan de algo estas declaraciones?
Lamentablemente, en nuestro país ya tenemos experiencia al respecto. Fueron muchas las entidades que necesitaron de unas ayudas públicas que nos aseguraron no iban a implicar coste alguno para el ciudadano de a pie.
Pero ahora, echando la vista atrás, nos damos de bruces con una realidad que es bien distinta de la que nos pintaban. Así, de los cerca de 61.500 millones de euros que fueron necesarios para reestructurar nuestro sistema bancario, el Estado solo ha recuperado a día de hoy unos 1.700 millones, lo que supone sólo un 3% de lo aportado.
Es decir, ese rescate que no nos iba a costar nada, nos ha dejado por ahora una factura de unos 59.800 millones de euros. O lo que es lo mismo, de casi 1.300 euros por cada ciudadano español. Una factura que, si bien puede aminorarse en el futuro (venta de Bankia, por ejemplo) también podría incluso tender al alza (pérdidas derivadas del canje de preferentes, por el esquema de protección de activos concedido a entidades que han adquirido otras problemáticas, por lo aportado a la SAREB,…). Menos mal que no nos iba a costar nada.
Nada nos hace pensar que en nuestro país vecino el contribuyente vaya a salir de rositas. Eso sí, allí parece que no solo los accionistas y tenedores de deuda subordinada del BES perderán su dinero; también los miembros y ex miembros del Consejo de Administración con responsabilidades directas sobre lo ocurrido deberán asumir pérdidas. Aplaudimos esa decisión.
Pero no vemos con buenos ojos que las autoridades lusas permitieran la ampliación de capital del BES el pasado mayo cuando el banco parecía abocado a la quiebra. Toque de atención para ellos.
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