¿El verano es una mala época para las bolsas?

Con los índices bursátiles en su nivel más alto desde comienzos del año, muchos inversores consideran ahora la posibilidad de materializar sus ganancias de acuerdo con el viejo adagio bursátil "sell in May and go away” (venda en mayo y márchese). De acuerdo con este principio, debería usted desprenderse de las acciones en mayo y no volver a comprar hasta noviembre.

Es cierto que, mirando una serie muy larga de años, la Bolsa tiende a registrar peores resultados en verano que lo conseguido entre noviembre y abril. Y también que cuantos más inversores creen en este fenómeno, más posibilidades hay de que se cumpla. Ahora bien, ¿ha llegado el momento de cerrar posiciones e irse de vacaciones? Nosotros creemos que no.

Además de cumplirse solo relativamente (en los últimos cinco años, este periodo entre mayo y noviembre, teóricamente a evitar, ha resultado fructífero en 3 de ellos), esta estrategia estaría reservada a aquellos que tratan de anticiparse a los movimientos del mercado. Sin embargo, nuestra estrategia de inversión piensa en el largo plazo. Nuestro objetivo es ofrecerle un rendimiento constante a su inversión y evitar riesgos innecesarios.

Hoy en día, con la política monetaria ultraflexible (tipos de interés cercanos a cero), las inversiones alternativas (bonos, cuentas de ahorro...) no llegan a compensar ni siquiera la inflación y permanecer fuera de la Bolsa puede ser un error. Tenga en cuenta, además, que las perspectivas de beneficios de las empresas siguen siendo satisfactorias.

El PER (Ratio de Precio/Beneficios) estimado, es decir, la relación entre los precios y las estimaciones de ganancias para 2014 es de 12,5 para las acciones estadounidenses y del 11,7 para los de la zona del euro. Las bolsas no están caras. Así, a pesar de que la tentación de vender es grande, mantenga la cabeza fría y conserve sus acciones con un horizonte de futuro sin importarle la temporada del año.

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