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Con el pie cambiado
hace 10 años - miércoles, 14 de noviembre de 2012“Cuando mi limpiabotas invierte en Bolsa yo lo vendo todo”. En esta cita, atribuida al exitoso empresario estadounidense Rockefeller, ese “limpiabotas” bien podría representar al ahorrador medio. ¿Por qué? Normalmente porque a falta de información independiente que pueda considerar fiable se deja llevar por las sensaciones del momento. Así, cuando todo parece ir viento en popa suele tener menos reparo en invertir en activos de riesgo (acciones, divisas…) que cuando ha de lidiar, como ahora, con una situación de crisis, momento en el que se apresura a desprenderse de ellas. Ahora bien, en el ámbito de las inversiones, el ser flexible es una cualidad encomiable, pero el ser inconsistente es un defecto censurable.
El mundo de los fondos de inversión no es ajeno a estos sentimientos. Escamados por la sensación de pánico provocada por la actual crisis, unos 90.000 de los poco más de 120.000 millones de euros que se encuentran invertidos hoy en fondos corresponden a productos monetarios, garantizados y de renta fija en euros. Es decir, cerca de 3 de cada 4 euros están invertidos en fondos que difícilmente alcanzarán la inflación en los próximos años, llegando por tanto a obtener con ellos incluso rentabilidades reales negativas. Sin embargo, antes de la crisis, el peso que los ahorradores españoles dedicaban a este tipo de apuestas tan “conservadoras“era bastante menor.
Tras este viraje decidido hacia la seguridad pueden haber ganado en tranquilidad, pero también han cedido sin duda parte de las suculentas revalorizaciones cosechadas en los últimos meses en la mayoría de categorías de fondos con algo más de riesgo. Las acciones norteamericanas han ganado en el último año más de un 23%, las británicas en torno a un 17%, el mercado hongkonés un 25%, y no han sido tampoco despreciables la revaloración de fondos monetarios en divisas como el dólar USD, la libra esterlina o la corona sueca.
Lo importante no es pues estar en acciones abandonando la renta fija o viceversa, sino encontrar el equilibrio que dar a cada una de ellas en cada momento. Peso que si bien en estos momentos pudiera decantar la balanza en favor de la renta fija, ni debiera ser toda en euros, ni mucho menos representar tres cuartas partes de su patrimonio, como en media supone para el inversor “inconsistente”. Usted, como inversor “flexible” cuenta como referencia con nuestras carteras modelo.