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Así invertimos
hace 10 años - lunes, 26 de noviembre de 2012Allá por 2005, empezamos a oír hablar de un nuevo fenómeno que comenzaba a ganar fuerza en nuestro mercado laboral: el del mileurismo. Entonces, se conocía como mileurista a la persona joven y con formación, que no ganaba más de 1.000 euros al mes. Hoy, siete años después, este problema se ha ido consolidando como un signo más de la precariedad crónica de nuestro mercado de trabajo. Según el Instituto Nacional de Estadística, 1 de cada 3 trabajadores a tiempo completo gana un salario bruto de 1.218 euros al mes, o sea, es mileurista. Entre los restantes, otro 30% gana entre 1.212 y 2.071 euros, y solo un 40% sobrepasa los 2.071 euros mensuales.
Con este panorama – unido a la sangría del paro, las subidas de impuestos y los recortes en servicios públicos – no es de extrañar que el ahorro financiero (es decir, los activos financieros) de las familias esté bajo mínimos. Según la patronal de fondos de inversión (Inverco), las familias acumularon acciones, fondos, seguros… por valor de 1,63 billones de euros en el segundo trimestre de este año. Esta cifra representa un desplome del 9% respecto al mismo trimestre de 2011 y es el dato más bajo desde 2005. Por tipos de activos, también hay cambios importantes. Entre abril y junio de este año, los depósitos suponían el 46,5% del ahorro total, seguidos de los planes de pensiones y seguros de vida (13,5%), la inversión directa en renta variable (12,6%) y los fondos de inversión (7%). ¿Y cómo era esta instantánea antes de la crisis? En 2007, los depósitos también eran los activos preferidos por las familias, pero con un escueto 33,8%. En segundo lugar no estaban los planes de pensiones (11,2%), sino la inversión directa en renta variable (27,3%). Y en el último lugar seguían los fondos de inversión, que entonces tenían un espacio mayor en el ahorro familiar (10,8%). La prudencia o el miedo pueden estar detrás de este trasvase de productos. Y en algunos casos, razones no faltan: nosotros también hemos cambiado la distribución de nuestra cartera global para quitar peso a la renta variable, en favor de la fija. Sin embargo, hemos seguido desaconsejando uno de los productos que ha ganado peso en los últimos años, los planes de pensiones. Y le hemos recalcado que los depósitos – que crecen con fuerza –solo son una buena opción para mantener su liquidez. En un momento en el que cada euro cuenta, seguir una estrategia basada en el largo plazo es una máxima que no debe olvidar. Nosotros le acompañaremos en ese camino y le daremos las herramientas para que llegue a buen puerto.
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