- Sala de prensa
- Ayudar al enfermo
Noticias
Posiciones editoriales
Ayudar al enfermo
hace 11 años - viernes, 25 de mayo de 2012
Pese a que sean injustas y hayamos echado en falta mecanismos disciplinarios para evitar el problema, las ayudas y el saneamiento de la banca son necesarios.
Tradicionalmente, los bancos han funcionado como un puente entre los que tenían dinero y los que lo necesitaban: un mecanismo aparentemente sencillo y que, sin embargo, constituye un pilar fundamental para que cualquier economía marche con normalidad.
En España llevamos demasiado tiempo aprendiendo lo que significa no tener un sector financiero que funcione como debería. La pésima gestión de buena parte de los bancos y cajas patrios durante los años previos a la crisis ha convertido a las entidades en enfermos que dependen en exceso del ahorro extranjero y acumulan un enorme agujero a cuenta del sector inmobiliario. Son incapaces de generar confianza para seguir atrayendo ese capital y, por tanto, han dejado de cumplir su papel en la economía. Eso no cambiará hasta que no sean sometidos a una buena cura y, en muchos casos, se les inyecte capital. Y para algunos de ellos, el único capaz de hacerlo será “papá” Estado.
Más allá de lo injusto de ayudar a corporaciones que han llegado a una situación de colapso por su propia culpa y de la escandalosa falta de medidas disciplinarias con las que haber prevenido (o, al menos, frenado) esta situación, lo cierto es que las entidades financieras necesitan desde hace tiempo un saneamiento en profundidad. Para tratar de acometerlo, se han iniciado varias reformas, que una tras otra se han mostrado insuficientes. Y hace sólo unos días se aprobaba la última, en la que de nuevo se exige a los bancos más dotaciones para cubrir los llamados “activos tóxicos”. Además, con el objetivo de aumentar la confianza en el sector, varias consultoras tendrán que realizar una radiografía de las entidades para dar a conocer qué se esconde tras sus balances. La pregunta es… ¿será suficiente? Si el examen se hace correctamente, saldrán a la luz nuevas pérdidas que provocarán nuevas intervenciones públicas, cierre de bancos, ampliaciones de capital… En definitiva, una suma de acontecimientos que nos anima a recordarle que siga alejado del sector, diversifique a la hora de guardar su dinero (no mantenga más de 100.000 euros por banco, cantidad cubierta por el Fondo de Garantía de Depósitos) y esté siempre alerta a todo lo que sucede. Para ayudarle en este cometido, en OCU Inversores hemos creado una herramienta que le permitirá estar al día de todas las novedades de nuestra web. Ahora más que nunca, cualquier precaución es poca.
En España llevamos demasiado tiempo aprendiendo lo que significa no tener un sector financiero que funcione como debería. La pésima gestión de buena parte de los bancos y cajas patrios durante los años previos a la crisis ha convertido a las entidades en enfermos que dependen en exceso del ahorro extranjero y acumulan un enorme agujero a cuenta del sector inmobiliario. Son incapaces de generar confianza para seguir atrayendo ese capital y, por tanto, han dejado de cumplir su papel en la economía. Eso no cambiará hasta que no sean sometidos a una buena cura y, en muchos casos, se les inyecte capital. Y para algunos de ellos, el único capaz de hacerlo será “papá” Estado.
Más allá de lo injusto de ayudar a corporaciones que han llegado a una situación de colapso por su propia culpa y de la escandalosa falta de medidas disciplinarias con las que haber prevenido (o, al menos, frenado) esta situación, lo cierto es que las entidades financieras necesitan desde hace tiempo un saneamiento en profundidad. Para tratar de acometerlo, se han iniciado varias reformas, que una tras otra se han mostrado insuficientes. Y hace sólo unos días se aprobaba la última, en la que de nuevo se exige a los bancos más dotaciones para cubrir los llamados “activos tóxicos”. Además, con el objetivo de aumentar la confianza en el sector, varias consultoras tendrán que realizar una radiografía de las entidades para dar a conocer qué se esconde tras sus balances. La pregunta es… ¿será suficiente? Si el examen se hace correctamente, saldrán a la luz nuevas pérdidas que provocarán nuevas intervenciones públicas, cierre de bancos, ampliaciones de capital… En definitiva, una suma de acontecimientos que nos anima a recordarle que siga alejado del sector, diversifique a la hora de guardar su dinero (no mantenga más de 100.000 euros por banco, cantidad cubierta por el Fondo de Garantía de Depósitos) y esté siempre alerta a todo lo que sucede. Para ayudarle en este cometido, en OCU Inversores hemos creado una herramienta que le permitirá estar al día de todas las novedades de nuestra web. Ahora más que nunca, cualquier precaución es poca.