Greg Smith comenzó su carrera profesional como becario en Goldman Sachs hace doce años. Y hace sólo unos días decidió poner fin a su relación con el banco neoyorquino de una forma bastante llamativa. En su último día como vicepresidente de derivados de renta variable para Estados Unidos y Europa, Smith publicó un artículo en el New York Times en el que denunciaba la falta de moral con la que actuaba la entidad. En concreto, aseguraba que – además del ambiente “tóxico” que se respiraba en la corporación –, en las reuniones se hablaba abiertamente de encontrar “la mejor forma de timar a los clientes”, a los que algunos de su compañeros se referían como “títeres”.
La denuncia de Smith no es el único motivo de indignación que deberían tener los clientes de Goldman Sachs. La entidad ya tuvo que hacer frente a una jugosa multa de la SEC (la CNMV estadounidense) por omitir información en productos ligados a hipotecas subprime y afronta demandas judiciales por millones de dólares por su actuación durante la crisis hipotecaria. Sin embargo, lo más preocupante de este caso es que, de nuevo, se evidencia un secreto a voces: la falta de ética de las entidades financieras para con sus clientes.
Más allá de lo verídicas o no que puedan ser estas acusaciones, lo cierto es que este caso no es el primero ni será el último en el que se hagan patentes comportamientos de este estilo. De hecho, nosotros ya lo habíamos denunciado en numerosas ocasiones, como ocurrió con el escándalo de las pensiones millonarias de la CAM y Novacaixagalicia, o lo sucedido con la venta de participaciones preferentes. Ahora queremos pasar a los hechos. Por eso hemos puesto en marcha “¡Muévete por tu dinero!”, una campaña con la que queremos darle a conocer herramientas para sacar el máximo provecho a sus ahorros y para que defienda sus derechos. Además, hemos creado una página web donde podrá sumarse a la petición que hemos realizado al Presidente del Gobierno para que se cree una Agencia Única de Protección al Consumidor Financiero que sea realmente efectiva. ¿Se anima a “moverse” con nosotros? También le puede interesar: