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El gusto del ahorrador
hace 11 años - miércoles, 15 de febrero de 2012
El sector financiero debería diseñar productos que se adapten mejor a las preferencias de los inversores españoles.
El ladrillo es, con diferencia, la principal inversión de los españoles y la vivienda habitual suele ser donde se concentra el mayor peso de su patrimonio. Esta pauta se repite a nivel europeo, aunque es en España donde mayor peso tiene precisamente. Y es que mientras en otros países alquilar la vivienda y destinar el ahorro a inversiones es moneda corriente, los españoles prefieren “palpar” su patrimonio en el día a día en lugar de confiarlo a bancos, gestoras de fondos… Por ello, no sorprende que los españoles tengamos en el ladrillo en torno al 80% del ahorro total frente al 70% de media de las familias europeas.
Además, de ese 20% restante – que sería lo que la mayoría de hogares españoles destina “a invertir” – prácticamente la mitad va a parar a depósitos, sabedores quizá de que el Fondo de Garantía de Depósitos les cubrirá al menos con 100.000 euros en caso de que la entidad no pueda hacerlo. Conclusión, la inversión en fondos o directamente en acciones apenas supera el 2,6% (el 13% del ahorro financiero) y otras como planes de pensiones y seguros ni siquiera alcanzan el 3% (el 15% del ahorro financiero).
Cifras que contrastan con las de otros países europeos (vea gráfico adjunto), donde la apuesta por las Bolsas (a través de fondos, planes o de forma directa) es mucho más decidida. De hecho, la media europea solo dedica en torno a un tercio de su ahorro financiero a depósitos, y la inversión en fondos y acciones recibe un 14% (20% del ahorro financiero) y casi un 28% (40% del ahorro financiero) a planes y seguros.
Estas cifras deberían hacer reflexionar a la industria financiera española, ya que achacar tal comportamiento a la idiosincrasia conservadora del español es una respuesta demasiado simplista. Y no es que la industria no las conozca; precisamente nosotros nos hacemos eco de estas cifras tras publicarlas INVERCO, la Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva y Fondos de Pensiones, en su informe anual. Luego, algo tendrán ellos que ver. Así por ejemplo, ¿por qué no diseñan productos pensando en las necesidades del cliente y no tanto en las de las entidades, bancos y cajas especialmente?, ¿por qué no realizan una gestión más eficiente sin echar mano de productos a veces ininteligibles para el inversor de a pie o con unos costes más razonables?