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Se venden... cajas de ahorro

Publicado el   04 julio 2011
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El sector financiero español - y muy especialmente las cajas de ahorro - necesita captar dinero para reforzar sus balances. ¿Suponen estas ofertas una buena oportunidad de inversión? Conozca nuestra postura al respecto.
 

 Ya está todo preparado para la salida a bolsa de Bankia y Banca Cívica, dos entidades que aglutinan los negocios bancarios de algunas de las principales cajas de ahorro de nuestro país, como Caja Madrid, Bancaja, Caja Navarra o Caja Sol, entre otras. Su peso dentro del entramado de nuestro sistema financiero es importante, de ahí que del resultado final de ambas operaciones dependa buena parte de la credibilidad del sector financiero, principalmente en los mercados internacionales. Y para que la operación llegue a buen puerto, se necesita no sólo el apoyo del inversor de a pie sino también el de los grandes inversores.

Para conseguir el favor de los primeros las entidades implicadas cuentan con la inestimable ayuda de su red de oficinas, para contar a sus clientes las “bondades” de estas ofertas públicas de venta. La creencia popular de que suelen ser una buena oportunidad para ganar unos euros fácilmente haría el resto.

Sin embargo, los institucionales son más difíciles de convencer, sobre todo cuando de lo que se trata de vender son entidades (Bankia a la cabeza) con un importante peso de los inmuebles en sus balances. Así mientras los bancos nacionales cotizan en torno al 65% del valor contable de sus inversiones, en el caso de Bankia la horquilla de precios no vinculante (vea nuestro artículo al respecto) propone entre un 46% y un 51%. Veremos si con este “descuento” basta.

En lo que a nosotros respecta, preferimos optar por la cautela. Por un lado, no parece el mejor momento para apelar a los mercados pidiendo unos fondos que podrían superar los 4.000 millones de euros en el caso de Bankia y alcanzar los 1.000 en el de Banca Cívica; de hecho, en lo que llevamos de 2011 la mitad de las OPV anunciadas se han suspendido (una de las últimas ha sido la de Saint Gobain, que ha aplazado la OPV de una de sus filiales).

Por otro lado, nos vemos obligados a desmontar la creencia popular que rodea a las OPV, pues con la misma facilidad con la que a veces se gana dinero, se puede perder. Es más, es lo que ha ocurrido precisamente en el 75% de las OPV realizadas este año: cotizan por debajo del precio de colocación.

Además, son muchas las dudas que tenemos aún respecto a los datos ofrecidos por las entidades financieras, por lo que no podemos descartar futuras turbulencias, principalmente entre aquellas más ligadas a nuestro país y al sector inmobiliario como es el caso de las que nos ocupan en este artículo. Por todo ello, sea prudente.