Cartera, caballero, cartera

Cartera, caballero, cartera

Que las economías occidentales ya no son lo que eran no es ningún secreto para nadie. Nuestro modo de vida del que hemos disfrutado en las últimas décadas y una administración omnipresente nos han dejado una gravosa factura, nada fácil de refinanciar y pagar. La salida de la crisis económica no está siendo sencilla a pesar de los ímprobos realizados y de unos tipos de interés reales negativos - sí, los intereses que cobrará por sus ahorros son inferiores al poder adquisitivo que pierde por no consumir y gastar ya su dinero (vea artículo) –. 

La desconfianza arraigada en el sistema financiero hace posible que las dificultades que los bancos tienen para encontrar dinero se traduzcan en unos rendimientos para los depósitos (vea artículo) que alcanzan el 4,5% a un año, ¡el triple de lo que se paga en el mercado interbancario! No lo dude por tanto, si usted invierte a ese plazo aproveche dichas ofertas y no deposite más de 100.000 euros en una misma entidad.

Muchos ahorradores seguirán mirándose al ombligo quejándose de lo injusto de la economía global en la que países con sueldos de vergüenza y escasa protección social nos hacen llegar productos mucho más baratos, de las carencias de nuestra economía o de la ineficiencia de nuestros políticos.

Sin embargo, nosotros pensamos que no hay mal que cien años dure y que cuando uno se juega sus cuartos, lo mejor es mantener la cabeza fría y mirar a lo lejos, pensar en su cartera y en cómo sacarle el máximo provecho sin asumir por ello un riesgo elevado.

Si los países asiáticos son más competitivos, no lo lamente e invierta en ellos: ahora son los que tiran de la economía mundial y en nuestra opinión sería un error darles la espalda. Nosotros hemos aumentado el peso de China en nuestra cartera global.

No es sin embargo momento de aumentar el riesgo sin sentido, por ello compensamos el “picante” asiático reduciendo la presencia en otras divisas. Esperamos que así la digestión sea finalmente algo más placentera.