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Cuestión de riesgo
hace 13 años - lunes, 30 de agosto de 2010Cuenta Nassim Taleb en su obra “El cisne negro” cómo en cierta ocasión fue convocado junto a otros granados expertos en riesgos por un casino de Las Vegas para analizar los puntos débiles de su negocio. Los expertos propusieron poner muchas mesas para evitar que un jugador con extrema suerte hundiese el negocio, controlar a “las ballenas” (esos jugadores empedernidos que invitados por el propio casino son capaces de jugar varios millones de dólares en una racha) y librarse rápidamente de los tramposos.
Sin embargo, estos consejos y el millonario sistema de vigilancia de alta tecnología de poca ayuda sirvieron cuando el casino tuvo que pagar unos 100 millones de dólares debido a que un tigre del espectáculo de magia mutiló a uno de los actores (sólo se había contratado una póliza que cubriese ataques contra el público). Aunque en otra ocasión sí se logró abortar el plan de un contratista contrariado que planeaba volar el edificio colocando explosivos en las columnas del parking, no ocurrió lo mismo con uno de sus empleados que en lugar de enviar por correo a la Administración los formularios de premios pagados, los acumuló, de forma inexplicable, durante años en un cajón, lo cual estuvo a punto de costar la licencia al casino y le supuso una importante multa.
Así pues, evaluar correctamente el riesgo no siempre es una cuestión sencilla ni baladí. En nuestra revista y en esta web encontrará una batería de productos de bajo riesgo como bonos del Estado o depósitos (siempre que no deposite más de 100.000 euros por titular en dicha entidad) con los que podrá dormir a pierna suelta, aunque los rendimientos quizá no sean nada del otro mundo.
También le mostramos aquellos productos en los que sólo deberá invertir si está dispuesto a asumir el riesgo que ello representa. Nosotros evaluamos el riesgo y los resultados de nuestra cartera global (vea artículo) demuestran que no lo hacemos mal. Sin embargo, nada impedirá que pueda llevarse un buen susto como ocurrió p.ej. con las acciones de British Petroleum (vea artículo al respecto).
Usted es el que debe decidir dónde pone su dinero, sabiendo eso sí que lo importante es acertar con el conjunto de la inversión y aceptar esos resultados puntuales adversos que sin duda ocurrirán.