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Una crisis singular
hace 13 años - lunes, 7 de junio de 2010Hace unas semanas Grecia e Irlanda pusieron en marcha un duro plan de ajuste que supuso el recorte del 15-16% del sueldo de funcionarios, el alargamiento de la vida laboral o la eliminación de ayuntamientos. Poco después, las ondas de este seísmo alcanzaron a toda Europa: Portugal, Italia, Francia o España han ido anunciando medidas algo más suaves.
Estas son las primeras respuestas a una crisis que, tras el nuevo problema de Hungría (¿al borde de la quiebra?) y como ha reconocido el nuevo primer ministro británico, David Cameron, supondrá un replanteamiento del estado del bienestar tal cual lo conocemos hoy y según sus propias palabras refiriéndose al Reino Unido "hace falta afrontar las áreas donde hemos vivido más allá de nuestras posibilidades" y luchar contra la "burocracia que se ha creado en la última década”.
Nosotros no queremos entrar a juzgar si el estado del bienestar en España es grande o pequeño, si las pensiones o el subsidio de desempleo tal cual están hoy diseñados son sostenibles, si la sanidad o la educación deben ser gratuitas para siempre y para todo el mundo, si la Administración tiene un tamaño adecuado o si el ratio de un empleado público por cada 18 habitantes es mucho o poco. Pero sí nos creemos en la obligación de advertirle que puede haber crisis y reformas para rato.
El recorte del déficit en nuestro país se ha convertido en una reforma inaplazable ante la negativa de aquellos inversores que hasta ahora lo venían financiando. Y el recorte sólo se puede hacer en dos sentidos: reduciendo gastos - como apuntan las primeras medidas adoptadas – y aumentando ingresos – es decir, subiendo impuestos (IVA, IRPF, Patrimonio…).
Estas reformas, y las que se avecinan parecen ser de las gordas, son como los terremotos con réplicas posteriores que impiden un asentamiento del terreno y ralentizan la reconstrucción posterior. Los mercados, por tanto, seguirán inquietos y las primas de riesgo aplicadas a los países serán más elevadas, es decir, subirán los tipos de interés como ha ocurrido en las últimas semanas. Ante las más que posibles nuevas caídas bursátiles, le aconsejamos extremar la prudencia y mantener diversificado internacionalmente sus ahorros.