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Este plan europeo sí parece serio
hace 13 años - lunes, 10 de mayo de 2010¿Se imagina una familia cualquiera, más endeudada que antes, que ha perdido buena parte de sus ingresos por tener alguno de sus miembros en paro y que se ve obligada a solicitar una ampliación de su hipoteca al banco? Pues esta situación no dista mucho de la que vive nuestro país. Nuestro endeudamiento ha crecido en un solo año del 39,7 al 53,2% de la riqueza que somos capaces de generar (PIB) y la caída de los ingresos unido a unos mayores gastos sociales hace que nuestra Administración gaste mucho más de lo que ingresa (un 11,2% de ese mismo PIB). En esta difícil tesitura, España debía acudir a los mercados para solicitarles cerca de 25.000 millones de euros en los próximos dos meses para refinanciar su deuda.
Al igual que Grecia, España empezaba a ser otra víctima propiciatoria para los especuladores. La bolsa española cayó un 13% en una sola semana y los tipos de interés a largo se elevaron por encima del 4,4% en una espiral infernal que parecía no tener fin por la pérdida de credibilidad de nuestro país. La propia existencia del euro se puso en tela de juicio con el fantasma de los primeros impagos de deuda en el horizonte.
Con este telón de fondo se reunieron en Bruselas los ministros de economía de la Unión Europea y alcanzaron un acuerdo considerado histórico para la construcción monetaria europea. Finalmente se han puesto sobre la mesa 750.000 millones de euros (125 billones de las antiguas pesetas) y el Banco Central Europeo rectificó y se compromete finalmente a comprar títulos de Deuda de los países en problemas. De la noche a la mañana el panorama de los especuladores ha cambiado radicalmente y no han tardado en cancelar muchas de sus apuestas en contra de España y Portugal, lo que se ha traducido en un fortísimo rebote de nuestra bolsa.
Sin embargo, no conviene lanzar las campañas al vuelo. El dinero vendrá, sí, pero sólo si se enderezan nuestras cuentas, algo que supondrá tener que presentar un plan de reajuste más creíble que los anteriores. De eso depende todo. Por el momento nuestra economía respira, aunque sea con dificultad (vea artículo).