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Cuestión de confianza
hace 13 años - lunes, 12 de abril de 2010Mientras en Alemania el Estado germano pagaba poco más del 3% de interés por sus obligaciones a largo plazo, en España el Tesoro Público debía remunerar algo menos del 4% por unas emisiones similares con la única diferencia de que quien se comprometía a hacer frente a los pagos en el primer caso era el Estado alemán y en el segundo el Estado español. Aunque esta diferencia de rentabilidad pone de manifiesto una cierta desconfianza de los inversores hacia la capacidad de pago de nuestro Tesoro, la palma se la lleva Grecia donde, debido a una creciente desconfianza de los inversores, los tipos a largo plazo se habían disparado por encima del 7%.
La Unión Europea no podía consentir por mucho tiempo una diferencia semejante dentro de su casa y ha decidido poner sobre la mesa, esta vez sí, dinero contante y sonante para frenar esta preocupante situación. En concreto, 30.000 millones de euros bajo la forma de un préstamo al 5%, a los que se sumarán 10.000 o 15.000 millones de euros del Fondo Monetario Internacional. La medida supone un auténtico balón de oxígeno para Grecia y al mismo tiempo deja sin argumentos a los especuladores. La tensión se ha rebajado considerablemente y aquellos países de la zona euro como España que veían la soga - en forma de unos tipos más elevados – cada vez más cerca del cuello han podido respirar algo más tranquilos. La bolsa española experimentó un repunte apreciable – si el Estado se viera obligado a pagar más por su deuda, también tendrían que hacerlo las empresas españolas – y el diferencial de tipos con los alemanes se recortó del 0,8 al 0,7%.
De todas formas, no conviene lanzar las campanas antes de tiempo, ya que podría ocurrirnos como al griego Sísifo quien, condenado a purgar sus fechorías subiendo una enorme rueda de piedra a la cima de una empinada colina, cree que una vez alcanzada la cima su penitencia ha concluido; se relaja, suelta la piedra y ve con estupor cómo la rueda cae de nuevo al punto inicial y ha de rehacer de nuevo todo el camino. Y es que aunque la amenaza parece alejarse por el momento, los problemas de fondo persisten. Sea pues muy prudente con sus inversiones.