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¿Cuentas "reales" de la Mutua Madrileña?
hace 14 años - lunes, 25 de mayo de 2009Saben aquel chiste de un director general que le pregunta al contable: “¿Cuántos beneficios hemos obtenido este año?” y el contable responde: “¿Cuántos quiere que tengamos?”.
Esta pequeña anécdota ilustra perfectamente las cuentas que acaba de hacer públicas la Mutua Madrileña de 2008, a la espera de su aprobación por los mutualistas en la próxima junta. Y no es que las cuentas no respeten la legalidad, sino que aprovechando los recovecos contables y el cambio de plan contable realizado el 31 de diciembre de 2008, los gestores de la Mutua presentan beneficios en un año en el que sus inversiones en Repsol y Sacyr Vallehermoso han sufrido importantes minusvalías. Minusvalías que según el método de contabilización elegido podían haber hundido las cuentas de la Mutua en números rojos.
La aplicación del nuevo plan hace muy complicado comparar las cuentas de uno y otro ejercicio, pero a pesar de haber adoptado ya esta nueva normativa contable, parecen haberse “olvidado” de actualizar sus inversiones a su valor razonable en el caso de los inmuebles. Inmuebles en los que, según estas cuentas, acumulan jugosas plusvalías y para los que el nuevo plan marca la actualización como optativa. De esta forma se guarda un colchoncito del que tirar en futuros ejercicios y obtener beneficios aunque el resto del negocio no marche bien. Y es que eso de obtener beneficios en 2008, al menos sobre el papel, parece ser algo de suma importancia para los consejeros de la Mutua, quizá para justificar sus altos emolumentos (cerca del 1% de los beneficios) que se reducirían a cero en caso de presentar pérdidas.
Nosotros pensamos que una Mutua no puede ser gestionada como una sociedad anónima. Los eventuales beneficios deberían destinarse a los mutualistas vía menores primas y reparto de beneficios y no a políticas expansionistas o retribución a los consejeros, razón por la que los beneficios a final de año deberían ser cero o ligeramente positivos. Le animamos por tanto a votar en la próxima Junta en contra de las cuentas y de unas propuestas como las referidas a los salarios de los consejeros.