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Peligro preferente
hace 14 años - martes, 14 de abril de 2009El mito de la fortaleza del sistema financiero español, en contraposición con las debilidades allende nuestras fronteras, se vino abajo con la intervención de la caja manchega CCM. Una gestión en muchos casos ineficaz, cuando no temeraria, que ha llevado a un sector otrora floreciente y todopoderoso a precisar de cuidados paliativos y de fuertes inyecciones de liquidez pública. Estas “subvenciones”, en el caso de aquellas entidades que las acepten, difícilmente casan con la política de seguir retribuyendo a sus propietarios vía reparto de beneficios, si los hubiere. De todas formas, los propietarios de los bancos - sus accionistas – ya habían percibido en sus propias carnes que el asunto pintaba mal con el desplome de las cotizaciones.
Pero la cosa no acaba aquí. Los bancos y cajas de ahorros españoles no han dudado en recurrir a la emisión de títulos híbridos (con características mixtas entre la renta fija y las acciones), como las participaciones preferentes y la deuda subordinada, para captar dinero entre sus clientes. En general, estos títulos resultan muy perjudiciales y arriesgados para el inversor (vea el siguiente artículo), lo que se refleja en el desinterés por ellos allí donde cotizan cuando su precio no es sostenido artificialmente, en forma de fuertes caídas de su valor (vea el gráfico siguiente).
PRECIO (en el mercado AIAF) DE LA DEUDA SUBORDINADA DEL PASTOR EMITIDA EN 2004
Tras el estallido de la crisis financiera, en el verano de 2007, se destapó el peligro de estas emisiones: negociación discontinua y precios muy bajos (en octubre de 2008, última fecha en que se cruzó una operación para estos títulos del Pastor, marcaron el 60% de su valor de emisión).
En este sentido, el Banco Sabadell sorprendió no hace mucho con una oferta de compra por una emisión de sus participaciones preferentes en la que ofrecía menos de la mitad del valor por el que el propio banco las había vendido apenas tres años atrás. Asimismo, el Banco Pastor, precisamente unos días después de colocar con gran éxito entre sus clientes de oficina una nueva emisión, se ofrece ahora a comprar una emisión de deuda subordinada especial de 2004 a través de una subasta en la que probablemente termine pagando entre el 40 y el 60% de su valor de emisión.
Muchos pequeños inversores que han invertido en estos títulos y que no han leído nuestras recomendaciones en los últimos años, compraron estos títulos pensando que se trataba de renta fija sin riesgo y ahora se encuentran con la cruda realidad. Si usted es de los que huye del riesgo como de la peste, aléjese lo más que pueda de estos títulos nefastos.