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- Intervención de D. Jesús Alfaro, respuestas del Consejo de Mutua Madrileña y Acta de la Junta General de 30 de mayo de 2008
Intervención de D. Jesús Alfaro, respuestas del Consejo de Mutua Madrileña y Acta de la Junta General de 30 de mayo de 2008
hace 14 años - martes, 17 de junio de 2008Mutua Madrileña responde, pero no convence
El Consejo de Administración sacó adelante sus propuestas en la Junta pese a no dar respuesta cabal a las cuestiones planteadas por el representante propuesto por la OCU, en nombre de 800 mutualistas.
Respuestas inconsistentes
Mutua Madrileña ha dado formalmente respuesta a las cuestiones planteadas por el representante propuesto por la OCU para la Junta del pasado 30 de junio, que representaba a 800 mutualistas. Puede consultar aquí el texto íntegro de la intervención de D. Jesús Alfaro, así como el acta de la Junta General. Decimos respuesta formal porque en cuanto al contenido, dichas respuestas nos parecen, en general, imprecisas (no se ciñen a lo preguntado), inconsistentes y poco profesionales. Al analizar su contenido nos vemos obligados a constatar lo siguiente:
- El Consejo trata de hacer recaer en los mutualistas responsabilidades que hasta ahora no tenían que soportar (por las pérdidas, por ejemplo).
- Se da prioridad a aumentar el resultado absoluto, aumentando el tamaño de la sociedad, en lugar de buscar la rentabilidad de los mutualistas.
- Los consejeros plantean el crecimiento como un reto, cuando en realidad no es tal; lo que interesa a los mutualistas es obtener más y mejores servicios de los seguros que poseen, a igual o menor prima.
- La principal preocupación de los consejeros parece ser ocupar puestos en consejos de las sociedades participadas, en lugar de diversificar riesgos.
Los mutualistas, huérfanos de Consejo
A nuestro juicio, con su intervención, el Consejo demuestra que no busca el interés de los mutualistas. Lo que el mutualista desea es que los resultados que en él repercutan sean los mejores posibles, ya que ello redunda en su beneficio, por la bajada de primas o la mejora de los servicios. Por ejemplo, el servicio de reclamación de daños es muy insuficiente, ya que el límite de gastos para abogados de libre elección es insignificante (600 euros) y sólo permite utilizar los que le proponga la aseguradora, con el inconveniente de no poder eludir el conflicto de intereses.
Por el contrario, al Consejo le interesa aumentar el resultado absoluto, dado que sus retribuciones se calculan a partir de ese beneficio total. De ahí que su primer interés sea expandirse y aumentar la notoriedad casi a cualquier precio. Ante esta disparidad de intereses, el Consejo hace prevalecer los suyos, aun adoptando decisiones contrarias al interés de los mutualistas. La OCU está estudiando las medidas oportunas para poder evitar en lo posible esta deriva.